Yo de pequeño creía que... (II): errores vergonzosos que ningún adulto corrigió a los lectores de Verne

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Los adultos se lo tienen que pasar muy bien viendo cómo los niños meten la pata y por eso no los corrigen. Es la conclusión que hemos sacado después de ver la cantidad de reacciones en los comentarios y en Facebook que despertó la noticia Yo de pequeño creía que... Errores vergonzosos que ningún adulto te corrigió. Por eso hemos decidido hacer una recopilación de los más divertidos que nos han hecho llegar los lectores.

Sobre las creencias más básicas

“A mí me dijo mi primo que los Reyes eran mis padres y yo le llamé mentiroso porque mis padres no tenían dinero para comprarle regalos a todos los niños del mundo”. (L. S.)

“Yo de pequeña pensaba que las vacas daban leche y los toros... vino”. (S. W.)

“Una vez que me dijeron “llama al ascensor”, o sea presionar el botón, me puse a gritar como un descosido por el hueco de la escalera: Ascensorrrrr, ascensorrrr vennnnnn!!!!”. (R. D. P)

"Yo de muy crío pensaba que en el pasado el mundo era en blanco y negro, como las pelis viejas". (R. R. L.)

"Yo siempre pensaba que cuando íbamos en el coche de noche la luna nos seguía solo a nosotros". (G. G.)

"Yo pensaba, con toda la lógica del mundo, que, como en el Polo Norte hacía mucho frío, en el Polo Sur hacía mucho calor". (H. V.)

Sobre los dobles sentidos

“Yo con 5 años tomaba Apiretal porque me encantaba el sabor a fresa y un día me pilló mi abuela y me dijo: “”Niña, ¡que si no estás mala eso es droga!” Estuve meses con una congoja pensando que era una drogadicta hasta que le confesé a mi madre que era una drogadicta y se empezó a descojonar”. (S. G. S.)

“De pequeña pensaba que en la droguería vendían droga. Así que nunca quería ir allí”. (V. S.)

“Yo pensaba que el cabello de ángel se hacía con pelos de verdad. Daba grimilla comerse los dulces pensándolo”. (F. G.)

“Cada vez que mi padre compraba brazo de gitano para el postre lo pasaba fatal, hasta que le hice la pertinente pregunta... Anécdota a recordar cada Nochebuena”. (N. M. B.)

“Ya era yo bastante mayorcito cuando me enteré de que los turrones de Jijona no son de Gijón…”. (J. K.)

“Yo tengo una hermana mayor y en casa oía mucho eso de "sacar una carrera" y pensaba que era correr una carrera y el que ganara escogía el trabajo que quisiera”. (E. I. F.)

"¿Me das pan para empujar?". Hasta bien mayor estuve preguntándome que fuerza especial tenía el pan para empujar el resto de la comida por el esófago (y es verídico, ¿eh?)". (G. M.)

Las cosas que escuchábamos (y decíamos) mal

“Yo tuve un profesor de baile que cada día en el calentamiento decía: "Hombros abajo, estoy muy contento". Yo siempre le sonreía hasta que me percaté que lo que decía era "hombros abajo, estómago dentro". (C. M.)

“Yo pensaba que era Isabela Católica”. (A. L)

“En el himno nacional de mi país (Guatemala) hay una parte que dice: "Ave indiana que vive en tu escudo" y yo de niño escuchaba que decían: "Avellana" y cada vez que podía buscaba el fruto seco en él”. (A. N)

“Yo cuando era pequeña y en el colegio nos enseñaron a rezar pensaba que éramos unos egoístas porque pedíamos “el pan nuestro de cada día, danos de hoy" es decir que de comer pan de ayer nanay!”. (A. H.)

“Siempre me pregunté que era la centudía, de "Feliz, feliz centudía". (C. C.)

Aquí puedes leer la primera parte de este artículo, con más errores vergonzosos de cuando éramos niños.

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