El asesinato de una joven sudafricana contado en Twitter que nunca existió

Una tuitera sudafricana relató una brutal agresión sexual que se convirtió en viral

La historia, que había animado un intenso debate sobre la violencia sexual, resultó ser ficción

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Una joven en una calle del barrrio de Bo Kaap, Capetown, en Sudáfrica. Getty Images
Una joven en una calle del barrrio de Bo Kaap, Capetown, en Sudáfrica. Getty Images

La tuitera @JustKhuthi se ha convertido en una sensación en Sudáfrica. Consiguió la mayor atención de la tuitosfera del país africano el pasado domingo 10 de enero cuando, a través de setenta mensajes perfectamente numerados, relató en la red social una estremecedora historia. Los usuarios sudafricanos siguieron con atención la narración de la violación y la muerte de Kamo, una joven amiga suya de apenas 20 años. Una atención que se tradujo en numerosas interacciones y dos hashtags, #RIPKamo y #JusticeForKamo, en los que se vertía un apasionado debate sobre la violencia sexual contra las mujeres. Esa indignación, sin embargo, tornó en decepción, cuando se descubrió que toda la historia era ficción.

En sus mensajes, @JustKhuthi, que a la postre fue identificada como una joven usuaria de 18 años y una escritora aficionada, explicó que había conocido a Kamo cinco años atrás, cuando ella contaba 13 años y la protagonista del relato 15. Entre ellas se fraguó una intensa amistad que ni siquiera se rompió cuando Kamo tuvo que hacer frente a un accidente de tráfico que segó la vida de su hermana gemela y la de su madre.

La vida, sin embargo, separó a las dos adolescentes, pero las volvió a unir tiempo después, concretamente en diciembre del pasado año. Fue como si no hubiese pasado el tiempo, seguían siendo algo así como hermanas y retomaron su amistad en unos días de intensa relación que coincidía con las fiestas navideñas y con la enfermedad de la propia narradora. Días después, Kamo tenía que ir a cenar con su padre, pero -y ahí empieza el misterio de la historia- la muchacha no apareció a la cita.

La narradora explica la inquietud creciente de los familiares y amigos de Kamo y cómo empezaron a buscarla desesperadamente. Primero apareció el teléfono móvil de la joven, después su coche y las dudas que hacían crecer el temor, las piezas que no encajan y los aterradores indicios. Finalmente, los seres queridos de la chica, desquiciados, recibieron las primeras noticias sobre su paradero y no eran buenas. Estaba en un hospital y había sido brutalmente violada y golpeada.

El estado de Kamo era gravísimo y no parecía tener posibilidades de sobrevivir. Hasta el punto de que su padre tenía que hacer frente a la decisión de desconectar de las máquinas que la mantenían con vía a su única hija. El final de la vida de Kamo, provocó las reflexiones de la narradora. Unas reflexiones cargadas de sentimentalismo.

"Solo tengo 18 años pero me siento como si tuviera 43. Estoy cansada de ser sudafricana. Por favor, tengan cuidado ahí afuera. Vivimos en un mundo muy cruel."

"¿Habrá justicia para Kamo? Problablemente, no. ¿Paz? No lo sé. Pero rezaré para perdonar y curarme. Descansa en paz querida"

@JustKhuthi compartió los setenta mensajes que forman esta narración en un plazo de menos de una hora y media, en la que mantuvo a sus seguidores pegados a sus pantallas. Estos mensajes fueron ampliamente difundidos. El menos replicado obtuvo más de 530 retuits y algunos de los mensajes más populares llegaron a ser compartidos más de 700 veces y sumar 200 'Me gusta'. Sin embargo, muchos de los tuiteros, seguramente no leyeron el mensaje que @JustKhuthi compartió justo antes del número 1 de la narración. En él, la joven sudafricana anunciaba que comenzaba la historia.

La duda sobre este ejercicio de 'tuiteratura' es la certeza de que muchos de sus lectores no eran conscientes de que estaban leyendo ficción. El anuncio previo de la joven y algunas reacciones inmediatamente posteriores aparecían como incompatibles con el drama que aparentemente estaba viviendo. Lo cierto es que la autora aún hoy no ha reconocido que toda esa historia ha sido un ejercicio de escritura creativa. Y tampoco se puede perder de vista que la escritora en ciernes animó las reacciones e interactuó con muchos de los que le transmitieron sus condolencias, jugando a la ambigüedad. Esas interacciones han generado, en algunos casos, incluso una cruel empatía. La que la historia ha generado en algunos usuarios que habían vivido situaciones similares y que han querido compartirlas para dar apoyo al duelo de la joven narradora.

"Esto me ha hecho recordar la pérdida de mi propia hermana el año pasado. El dolor nunca se va. Lo siento mucho"

El primer y principal debate que ha generado ha girado en torno a la violencia sexual contra las mujeres, sobre todo, a través de los hashtags #RIPKamo y #JusticeForKamo, que en todo caso no fueron impulsados por la autora de esta historia. Incluso, cuando se supo que se trataba de una ficción construida en la red, los usuarios se centraron en el hecho de que quizá la historia de Kamo no era real, pero que muchas otras mujeres sufren violencia en el país. El propio Department of Women del gobierno sudafricano, dejándose llevar por la repercusión que estaba alcanzando en Twitter, se hizo eco de la historia como si se tratase de un hecho real.

"Por favor, unete y ayudanos a luchar contra la violencia a mujeres y niños. La historia de Kamo es desgarradora"

Sin embargo, cuando se extendió la noticia de que se trataba de un ejercicio de ficción, la institución dio un paso atrás y rectificó, pero no lo hizo quejándose de haber sido engañada o cargando su frustración contra la autora. Sino que le dio un interesante giro a la historia. En primer lugar, reforzando el hecho de que la violencia sexual contra las mujeres es un problema real, e incluso, llegando a proponer un curioso hashtag #itsnotjustastory que, sin embargo, no terminó de calar en el clima de decepción que se había instalado en los usuarios de Twitter.

"La violencia contra las mujeres y los niños es real. La historia de Khuthi puede que sea falsa pero hay muchos como Kamo reales ahí afuera."

Otro de los debates que generó la historia de Kamo giró en torno al periodismo y lo que tiene que ver con la credibilidad, el rigor y las precauciones necesarias en un mundo que va demasiado rápido para los viejos modelos. Un redactor de uno de los principales diarios sudafricanos, The Star, llevó al papel la historia que había sacudido la tuitesfera nacional, la de la violación y muerte de Kamo, dándola por cierta. Después los responsables del periódico tuvieron que rectificar, disculparse, confesarse “sonrojados” y reconocer que las prisas habían hecho que no se aplicasen los filtros de contraste de la información más básicos. Algunos de los usuarios giraron su decepción hacia el medio, hacia la propia herramienta y el problema para muchos pasó a ser Twitter.

Semejante repercusión se explicaría porque perfectamente podría haber sido una historia real. Desde el final del apartheid la violencia sexual contra las mujeres se considera una de las lacras de la sociedad sudafricana. Apenas unas semanas antes del episodio ficticio de Kamo, organizaciones como Rape Crisis habían impulsado una campaña de sensibilización en los medios sociales. #16Days intentó volver a poner de manifiesto la necesidad de luchar contra esta violencia sexual contra las mujeres y los niños.

La duda es si el ejercicio de escritura creativa de @JustKhuthi habrá avivado el debate; si habrá dejado maltrecha la capacidad de sensibilización de Twitter, dinamitando su credibilidad; o si pasará con la velocidad que se actualizan los tuits en el timeline.

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