¿Es normal que haya tantos hermanos compitiendo en Río?

En estos Juegos han participado 35 parejas de hermanos o hermanas

  • Comentar
  • Imprimir

La jornada de los Juegos vivida el 18 de agosto nos dejó una imagen entrañable de amor fraternal: la de los hermanos Brownlee, exhaustos, abrazados en el suelo de Río tras quedar primero y segundo en el triatlón masculino. Los británicos son una de las 35 parejas (más unas trillizas) de hermanos o hermanas que han competido en estos Juegos Olímpicos, y no es una rara avis: también fueron noticia las parejas que participaron en Londres o Pekín.

Alistair y Jonathan Brownlee, tras cruzar la meta del triatlón de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. DEAN LEWIS (EFE)

Aunque el número de hermanos y hermanas presentes en estos últimos Juegos no es muy elevado en proporción con el número total de atletas (en Río han competido más de 11.000 deportistas, por lo que 73 hermanos y hermanas solo suponen un 0’66 %), su presencia –y su parecido, en muchos de los casos– llama la atención. ¿Qué es lo que provoca que dos hermanos acaben en la élite? ¿Hay más probabilidad de ser un atleta de élite si tenemos un hermano que lo es?

La genética tiene buena parte de la respuesta, pero no toda. Algunas características importantes para el deporte se heredan a través de los genes, por lo que es probable que dos hermanos o hermanas tengan las mismas aptitudes. "Sabemos que el consumo de oxígeno tiene una herencia del 50 %, mientras que la del tipo de fibras musculares es un 40 %. En el caso de la herencia de la potencia muscular, esta se basa en un 70 %”, explica el Doctor José Calabuig, responsable del área de medicina deportiva de la Clínica Universitaria de Navarra, en el blog de la clínica. Calabuig fue médico durante tres años del equipo Banesto de ciclismo, donde tuvo a su cargo a otros dos hermanos míticos del deporte: Miguel y Prudencio Induráin.

“Por este motivo, los hermanos que hereden una buena genética”, continúa Calabuig, “tenderán a practicar los mismos deportes para los que están cualificados”. Esto implica que no todos los hermanos heredan los mismos rasgos y capacidades. Por ejemplo, mientras que los hermanos Pau y Marc Gasol han heredado ambos los rasgos físicos y capacidades para jugar al baloncesto de élite, no ocurría así con Larry Jordan, hermano de Michael Jordan. El hermano mayor del mito del basket contaba con un gran juego y un potente salto, pero su “escasa” estatura (1,72 m) hizo que pasara por el baloncesto sin pena ni gloria. En el caso de los Juegos, muchos de esos 11.000 atletas que han participado tendrán a un hermano o hermana sin sus capacidades, animándolos desde el sofá de casa.

Pau Gasol, durante su partido contra Francia en Río. Su hermano Marc no pudo participar en los Juegos debido a una lesión. Andrej Isakovic (AP)

Más allá de la genética

En El deportista de éxito, ¿nace o se hace?, publicado por la Universidad de Santiago de Compostela, el investigador de Ciencias de la Actividad Física Mateo Quijada concluye que “poseer un potencial genético favorable para la práctica deportiva no garantiza el éxito en ella”. Quijada considera que, genética aparte, el factor más condicionante es el entrenamiento, pero enumera también “otros factores ambientales como, por ejemplo, el acceso a buenas instalaciones deportivas, la presencia de un buen entrenador o el apoyo familiar”.

En el caso de los hermanos y hermanas deportistas, el apoyo familiar acostumbra a ser grande. “Si de jóvenes han competido juntos en el jardín, eso significa que se desarrollarán juntos”, explicaba al diario británico The Telegraph Emma Kennedy, portavoz del equipo de Reino Unido en los Juegos, a los que han acudido con seis parejas de hermanos.

Una de esas parejas es la de los Brownlee, que reconocían al mismo diario que “entrenar a diario con otro atleta de élite te ayuda a mantener cierta ventaja y, obviamente, cuando ese atleta es tu hermano, hace que todo sea aún mejor”. Y concluye: “Siempre ha habido una gran rivalidad entre nosotros, desde hace tanto que ya ni lo recuerdo”.

Imitación y competitividad

Ese es otro de los factores que puede influir en que haya parejas y hermanos de élite: la imitación y la competitividad entre ambos. Un artículo sobre el éxito de Venus y Serena Williams publicado en Time por Jeffrey Klugger, autor del libro El efecto de los hermanos, explica que “Serena siguió a Venus [15 meses mayor que ella y primera en iniciarse en el deporte]­ con entusiasmo en las pistas de tenis, lo que es conocido como fenómeno de identificación”.

Serena y Venus Williams tras su encuentro en Wimblendon 2015. Julian Finney (Getty)

Sin embargo, también hay una gran competitividad entre ellas: “A pesar de que crecieron muy unidas al enfrentarse a un vecindario duro”, cuenta Klugger, “tal y como ocurre cuando dos hermanos se centran en el mismo campo –y en particular cuando ser ganador y no perdedor es el objetivo principal– no han dejado de ser competitivas entre sí”. El resultado salta a la vista: hasta su derrota en Río, las Williams habían ganado todos los partidos olímpicos disputados juntas desde las olimpiadas de Sidney 2000.

* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!

  • Comentar
  • Imprimir

Comentar Normas

Lo más visto en Verne