Por si procrastinabas poco, Telegram ahora incluye juegos

La aplicación ofrece desde esta semana varios juegos. Se puede competir en chats y grupos. Y han recuperado el 'Snake'

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Telegram ha lanzado una plataforma de juegos dentro de la propia aplicación. No hace falta bajarse nada: tal y como explicaba la empresa este lunes, los juegos están desarrollados en HTML5, por lo que se cargan cuando los abrimos, como una página web. De momento son una treintena. Casi todos son de su desarrolladora Gamee, pero la plataforma está abierta a todo el mundo.

Comprometidos con nuestra labor de servicio público, en Verne nos hemos sacrificado por nuestros lectores y los hemos probado durante una extenuante mañana de trabajo.

Para empezar a jugar basta con abrir un chat con @gamee o con @gamebot. El menú nos ofrecerá buscar un juego por categorías, probar alguno de los más populares o pedir una sugerencia al azar, entre otras opciones.

También podemos invitar a alguien a jugar con o (mejor dicho) contra nosotros desde este menú. Las partidas en grupo también se pueden iniciar desde cualquier grupo o chat. Cada uno juega su partida de forma separada, pero aun así, el pique está asegurado: se guardan y muestran las mejores puntuaciones.

Hay que hacer el desempate

Como avanzábamos, hemos probado algunos de estos juegos. Su mecánica es sencilla: muchos se juegan con un solo botón. Están pensados para los ratos muertos, como cuando esperamos el autobús o cuando tenemos que acabar de forma urgente un informe, pero no hay nadie más en la oficina. Describimos algunos de ellos brevemente. Y, por cierto, te recordamos que puedes seguir a Verne en telegram.me/verneelpais.

Hay juegos de uno, dos y cuatro botones

Arcade

Mr. Muscle. El juego consiste en partir una barra de acero en dos. Como cada pieza se suma al peso que sostiene el musculoso protagonista, hay que hacerlo de la forma más equilibrada posible para que el pobre hombre no se caiga a un lado.

Mr. Muscle a punto de perder la partida contra la fuerza de la gravedad

Karate Kido. Hay que ir dándole patadas y puñetazos a un árbol infinito para arrancar trozos de madera sin golpearnos con las ramas.

Ese árbol no te ha hecho nada, pero bueno

Spiky Fish. Tenemos que impulsar un pez globo para evitar que se dé con los pinchos del suelo. Por desgracia, también hay pinchos en las paredes y en el techo. Por cierto, hay un solo botón para impulsar al animalito: su dirección solo cambia cuando se da contra la pared. La mecánica me ha recordado a los juguetes de agua ochenteros que fabricó Geyper.

También hay un Spiky Fish 2 muy parecido, pero el pez se va desplazando hacia arriba. Pobre bicho: en esta versión no hay pinchos en el suelo y en el techo, pero en algún momento se terminará el agua. No hay escapatoria posible. La vida es dolor.

La dura vida de los peces globo

Space Orbit. Estamos en órbita a un planeta que, por algún motivo, nos lanza proyectiles de colores. Hay que moverse adelante y atrás para ir esquivándolos. Me ha parecido difícil y divertido, además de pacífico: algo o alguien nos está tirando cosas y nosotros simplemente las esquivamos, sin vengarnos ni exterminar a los habitantes de ese planeta, por mucho que se lo merezcan por desagradables.

'Space Orbit' o 'El planeta de los tíos bordes'

Dinosaur Hector. Lo mejor es la definición que da la propia app: “A un tipo raro vestido de dinosaurio le encanta la comida para bebés”. La comida va cayendo del cielo y los potitos no pueden tocar el suelo. Hay un único botón que sirve para que Hector (sin tilde, está en inglés) cambie de dirección.

Un formato clásico, pero protagonizado por un tipo disfrazado de dinosaurio porque ¿por qué no?

Correr y saltar

Skipper. Un pingüino esquiva icebergs. El pingüino se mueve siempre hacia la derecha y con un solo botón le damos impulso hacia arriba, como en Spiky Fish. No pasé del primer iceberg.

Los pingüinos siempre bien, pero este juego no me ha gustado mucho, la verdad

School is cool. El mecanismo es similar, pero impulsando una pelotita hacia arriba. Esta pelota solo puede atravesar o tocar las figuras geométricas cuando los colores coinciden. No he sido capaz de hacer una captura de pantalla decente, pero el juego tiene su gracia (a pesar del título).

Mars Rover. Hay que maniobrar por Marte para encontrar agua. El Rover puede volcar o caer con la suficiente fuerza como para que se rompan las ruedas. Puede, pero no debe, claro.

Sí, me he dado una buena torta

Puzzles y lógica

Diamond Rows. Es una versión de Bejeweled, un juego al que Candy Crush, digamos, debe muchísimo. Claro que, por otro lado, Bejeweled es una versión de Shariki, un juego de los 90 que desde entonces ha resucitado con diferentes formatos (como Lines). Total, que hay que mover piezas para unir al menos tres iguales.

Es decir, es HEROÍNA.

Esto justo al comenzar la partida. Durante las siguientes tres horas no hice ninguna otra captura de pantalla. Estaba concentrado

Hexatrion. Un juego de ir formando filas de al menos tres piezas del mismo color sobre un hexágono. Gamee, la desarrolladora de estos juegos, lo vende en Twitter diciendo que la música es muy bonita y relajante. Pues eso.

Meteoric Plus. Otro juego peligroso: parecido al 2048, pero con asteroides, satélites, planetas y estrellas. Hay que ir uniendo cuerpos planetarios de la misma forma y color. Cuando unimos dos o más soles, explotan, cargándose todo lo que hay alrededor. (Nota: no sé mucho de astronomía, pero creo que no funciona del todo así en la vida real).

Deportes y carreras

Football Star. Al parecer, este juego transcurre en el campo de fútbol de Oliver y Benji, ya que no se acaba nunca. El jugador va corriendo por ese terreno infinito mientras le llegan pelotas que tiene que despejar cuando se cruzan con su diana. Según la precisión, el juego nos informa de que hemos marcado gol, pero aun así nos siguen arrojando cada vez más pelotas y cada vez más rápido, sin que ni siquiera lleguemos a ver la portería. Da igual, hay que seguir chutando pelotas, sin parar, sin compañeros, sin llegar a ningún lado. Cualquier cosa menos detenerse.

Es sorprendentemente adictivo.

¿Gol? ¿Pero dónde?

Speed Driver. El clásico juego de coches en el que alguien nos ha cortado los cables del líquido de frenos para acabar con nuestra vida: solo podemos ir cambiando de carril para esquivar otros vehículos y alguna obra. Nuestro coche cada vez va más rápido. Al menos no hay curvas.

Tú eres el rojo

Kung Fu Inc. En un mundo postapocalíptico (imagino) las Roombas y las aspiradoras se han rebelado contra la humanidad (por algún motivo). El protagonista ha de ir golpeando a derecha e izquierda para librarse de estos asesinos mecánicos (e inalámbricos). El ritmo es muy elevado: tanto, que no he podido hacer un pantallazo sin morir devorado por uno de estos bichos. Pero hay vídeo en Twitter.

Retro

Snake. Sí, es el Snake del Nokia.

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