Probamos a hacer calabazas para Halloween y es facilísimo

Lo creas o no, seguimos conservando los diez dedos de las manos

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Así se han quedado nuestras calabazas. Sobredosis de cuquismo.
Así se han quedado nuestras calabazas. Sobredosis de cuquismo.

Halloween es inminente. La protagonista indiscutible de la decoración para la noche de brujas es el Jack-O´-Lantern, las calabazas talladas que hemos visto en cientos de películas de Hollywood y, cada vez más, en fiestas y eventos fuera de Estados Unidos. Y nos preguntamos: ¿qué da más miedo, este terrorífico adorno o su preparación? Hemos probado a elaborarlas para comprobarlo. Facilísimo. 

Para convertir la preparación de la calabaza en parte de la fiesta, hemos preparado dos dados. Uno, con tipos de bocas y otro, con tipos de ojos. Puedes verlos –y descargarlos por si quieres hacerlos en casa– aquí:

Dado de ojos para preparar la calabaza de Halloween.
Dado de bocas para el 'Jack-o’-Lantern'.

Una vez listos los dados –si quieres hacerlos– estos son los pasos a seguir:

Paso 1: trepanación

Utilizando la punta de un cuchillo afilado, se realizan cortes alrededor del tallo, en círculo, para hacer una tapa en la calabaza. Cuando esté terminada, se quita (¡no se tira!) y, con la ayuda de una cuchara, vaciamos la fruta de hebras y pepitas.

Lo más divertido: guarrear dentro de la calabaza con la cuchara, como si fuera un helado.

Lo más complicado: pillarle el truco a los cortes a la calabaza. Sobre todo, paciencia. Hace falta más maña que fuerza.

Paso 2: ojos

Dibujamos los ojos que hayamos escogido –o los que hayan salido en el dado– en la calabaza con un rotulador permanente. Si no sabes qué ojos ponerle, aquí va una selección. Después, se cortan utilizando el mismo sistema que con la tapa de arriba: realizando pequeños pinchazos en la calabaza. Si quedan restos de rotulador, puedes limpiarlos después o perfilarlos con la punta del cuchillo.

Lo más divertido: si le han quedado hebras dentro, al quitar los ojos pueden quedarse colgando. A nosotros nos ha pasado.

Lo más complicado: si fuerzas el cuchillo, la calabaza puede partirse. Es recomendable ir poco a poco y, si los ojos no salen simétricos, arreglarlos después con el cuchillo. Una vez abiertos los agujeros, es más sencillo darles forma.

Paso 3: boca

Mismo procedimiento que con los ojos: se pintan sobre la calabaza –intentando que quede centrada– y, después, pasamos a perforarla con pinchazos cortos.

Lo más divertido: es la parte que permite más creatividad. Puede jugarse tanto con el número de dientes –si te lanzas con una calabaza diabólica–  como con la forma: tristes, amenazadoras, sonrientes...

Lo más complicado: hacer cortes curvos con el cuchillo no es sencillo y, al igual que ocurre con los ojos, la piel de la calabaza se puede quebrar de no cortarla con cuidado.

Paso 4: vela

Cortamos la parte interior de la tapa de la calabaza para quitar la carne restante y las pepitas. Después, introducimos un par de velas de botón en el fondo de la calabaza y las encendemos con un mechero de cocina. Se coloca la tapa y solo queda apagar la luz y hacer risitas malvadas.

Lo más divertido: verla terminada. Pensar en la tarta de calabaza que puedes hacer después.

Lo más complicado: el fuego. Hay que recortar bien la tapa y limpiar bien el interior de la calabaza porque, de lo contrario, en menos de un minuto empezará a oler a chamuscado.

Lo probamos por ti

En el Facebook de Verne hemos preparado dos calabazas en directo utilizando nuestros dados. Este es el resultado:

También puedes elegir cuál es la calabaza que mejor ha quedado en nuestra encuesta:

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