El accidente del surfista Kepa Acero: "Fue como si la ola me pusiera una zancadilla"

Cuenta en un post cómo cayó de la tabla a casi 40 km/hora. Se dio de cabeza contra el fondo

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Kepa Acero (Vicaya, 1980) surca olas desde los nueve años. Compitió hasta alcanzar la treintena, después de medirse con los mejores e incluso coronarse como campeón junior de Europa y, desde que se retiró, sigue viajando por el mundo en busca de olas. El 2 de enero surfeaba cerca de casa, en la bahía de Mundaka (Vizcaya), cuando se cayó de la tabla a casi 40 kilómetros por hora.

“Caí de cabeza y el golpe fue terrible, ya que cubría muy poco. Perdí la consciencia durante unos segundos. Pensé que no iba a salir”, dice Acero, que contesta a la llamada de Verne desde el Hospital de Cruces (Baracaldo). Lo hace después de informar sobre su estado de salud desde su cuenta de Facebook este sábado, en un post que acumula más de 5.000 interacciones y 900 comentarios dándole ánimo en dos días.

En marzo, en uno de sus viajes

Había tenido otros accidentes pero nunca tan graves como este. Tiene "dos vértebras rotas, una dorsal también y una cervical desplazada", y este miércoles le espera una operación. "He sufrido muchas problemas en los hombros, en la rodilla, en los tobillos… Lo típico. Esta ha sido la experiencia más dura", comenta.

"Mundaka es una de las bahías preferidas de los surfistas, ya que tiene muchas olas tubulares", cuenta sobre el lugar del accidente. "Los surfistas siempre queremos ir dentro de las olas y en Mundaka se puede hacer. Para ello, tiene que haber marea baja, osea que cubre poco (un metro). Por ello, el riesgo aumenta. Estaba en la ola más grande del día cuando sufrí la caída. Fue como si la ola me pusiera una zancadilla. Me di de cabeza contra el fondo".

¿La ola le pilló por sorpresa?, le preguntamos. "Sabemos caer de manera que no te hagas daño, pero esta vez fue sin control. No me lo esperaba. Me sentí como si se apagara el mundo. Perdí la consciencia durante un instante y desperté bajo el agua. Intenté nadar hacia la superficie, pero no podía moverme. Mi cuerpo no respondía. Entonces pensé que no iba a salir", señala.

Cuando te salvan la vida

Por suerte, añade, "llevaba un traje muy gordo, lo que significa que flota más. Con mucho tiempo, conseguí salir a la superficie. Justo cuando cogí una bocanada de aire, llegó la siguiente ola. Entonces perdí la consciencia del todo. Afortunadamente, había un chico cerca que me había visto caer. Me subió a la tabla y me sacó. Me salvó la vida".

"Al salir recuperé el sentido. Tenía el cuello roto, pero no lo sabía. Entonces fue cuando el médico, al que estaré eternamente agradecido, me dijo que era un milagro que no me haya quedado tetrapléjico. Tengo la sensación de haber resucitado dos veces el mismo día. Me puso las manos en la cabeza y me eché a llorar", recuerda.

La relación de un surfista con el mar es tan intensa que incluso después de un susto semejante no se da por finalizada. Acero es el ejemplo: "Ahora mismo estoy frente a una foto grande de Mundaka, que está colgada junto al quirófano. Me paso horas mirándola y soñando con que esto va a pasar. Quiero volver a estar dentro del tubo. Al menos, tengo esa esperanza".

Uno de los vídeos del canal de YouTube de Kepa Acero, con subtítulos en español. "El surf me ha dado la oportunidad de conocer muchos lugares de la Tierra", cuenta.

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