En México hay tamales para todos los gustos, por eso no nos aburren. Este platillo forma parte de nuestra dieta y los comemos al menos una vez a la semana. La variedad de estos platillos se hace más evidente el 2 de febrero, también conocido como Día de la Candelaria. Es en esta fecha cuando se le pide a los suertudos que sacaron el muñequito de la Rosca de Reyes que paguen lo que deben y que lleven, ya sea a la casa o a la oficina, unos ricos y sustanciosos tamales.
Esta tradición comenzó con la evangelización de los pueblos mesoamericanos en el siglo XVI. "La fecha de la Candelaria coincide con las festividades de año nuevo de los pueblos prehispánicos en los que se festejaba con tamales, uno de las comidas más antiguas de México", explica Yuri De Gortari, chef y director de la Escuela de Gastronomía Mexicana a Verne vía telefónica. "Como muchas cosas en México, existe un sincretismo entre lo religioso y lo pagano", dice. "En este caso, es una celebración que comienza con un alimento de harina de trigo, la esencia de la dieta europea (Rosca de Reyes) y termina con los tamales de harina de maíz, el alimento base del pueblo mexicano. No hay mejor manera de explicar esa mezcla de dos culturas".
Hay tamales verdes, rosas o rojos que puedes encontrar en la mayoría de las ciudades en el centro de México. También los puedes encontrar envueltos en hoja de plátano rellenos de mole, los típicos de Oaxaca y del sureste del país. No podemos dejar de mencionar las corundas, los tamales michoacanos de forma triangular. Cada quien elige el tamal que más le agrade y el que mejor vaya con su personalidad. Hoy que seguramente te tocará comerlos mañana, tarde y noche, queremos que hagas una pequeña prueba y que averigües qué tipo de tamal eres.
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