El bulo de los refrescos contaminados con orina de rata que circula desde 1998

Aunque la leptospirosis existe, no se conoce ningún caso de contagio por beber de las llamadas "latas de la muerte" (sic)

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“Comparte con tus amigos: vida o muerte”. Así de contundente es este mensaje que se comparte en Facebook y que lleva por título “Las latas de la muerte”. Según este texto, dos miembros de una familia murieron apenas unos días después de beber refrescos directamente de unas latas, sin usar ni vasos ni tazas. Estas latas estarían contaminadas con “orina seca de ratón”, que habría infectado a estas personas de leptospirosis.

Se trata de un bulo que lleva circulando desde al menos 1998 en diferentes versiones y que se ha desmentido tanto en Urban Legends como en Snopes, dos páginas especializadas en leyendas urbanas.

En 2009, incluso tuvo que intervenir el Centro Nacional para Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y desmentir la información, sobre todo porque una de las versiones que circulaba se mencionaba que este centro estaba investigando el caso. Aun así, este bulo sigue compartiéndose. Miguel Aballe, presidente de la Asociación de Latas de Bebidas, integrada por fabricantes de estos envases de España y Portugal, comenta a Verne que tienen noticia de él casi cada año, en cuanto llega el buen tiempo.

La leptospirosis no funciona así

Como las buenas leyendas urbanas, tiene esta parte de verdad: la leptospirosis existe y se puede transmitir por contacto con la orina y las heces de las ratas, si están infectadas. Es potencialmente letal, pero se puede tratar con antibióticos.

Sin embargo, las latas de refrescos no son los vehículos en los que suele viajar esta bacteria. Tal y como nos explica la doctora sevillana Carmen Dastis, "el contagio normalmente se da en lugares donde hay aguas". Ella es coautora de un estudio sobre esta enfermedad en los arrozales del Guadalquivir.

En España, esta enfermedad puede afectar sobre todo a gente que trabaja en el campo y a veterinarios. También a gente que practica deportes de agua o incluso la pesca. La forma de contagio más habitual es cuando el agua infectada entra en contacto con alguna herida. El agua se infecta por el orín de pequeños mamíferos, de perros y de cerdos.

Dastis no conoce ningún caso de contagio por latas, al igual que el doctor Agustín Muñoz Sanz, jefe del servicio de enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Badajoz y también coautor de otro estudio sobre la leptospirosis, que considera el mito más que improbable. Incluso aunque las ratas hubieran orinado en las latas, recuerda, una vez la lata se seca, la bacteria no puede sobrevivir. A lo que hay que añadir que el frío de neveras y máquinas de vending hace que se reduzca aún más el riesgo, como apunta Aballe.

Aballe recuerda que las latas se esterilizan antes y después de llenarse, y que además los paquetes se suelen cubrir con plástico antes de distribuirse. Además de eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya publicó un estudio en 2002 en el que apuntaba que la limpieza de las latas era mejorable, pero "no hay nada en el exterior de estas latas que pueda hacernos enfermar". No había contaminación fecal de mamíferos, insectos o aves en la muestra que tomaron.

Una cuestión de sentido común

Pero, aunque no haya riesgo de contagiarse por leptospirosis, ¿merece la pena limpiar las latas antes de beber? Tanto Dastis como Muñoz Sanz creen que sí: "Mejor beber en un vaso -apunta Muñoz Sanz-, pero el vaso también tiene que estar limpio". Eso sí, "no hace falta desinfectar las latas, con limpiarlas un poco vale". Aballe aconseja: "Si hay dudas, límpielo, tal y como haría con un vaso o con un cubierto".

El doctor Muñoz Sanz recuerda que no hay ninguna alerta del Ministerio de Sanidad o de las Comunidades Autónomas alertando del posible riesgo sanitario por beber de estos envases. "No es un problema de salud pública". Recordemos que no se conoce ningún caso similar al del bulo, y eso a pesar de que se consumen 300.000 millones de latas en todo el mundo, como explica Aballe.

Muñoz Sanz añade una comparación para quien siga sin fiarse: "¿Verdad que no nos preocupamos por la barandilla de las escaleras mecánicas de los centros comerciales, donde están todos los virus de la gripe y los adenovirus [los que causan infecciones como la conjuntivitis y la gastroenteritis]?".

Hombre, pues ahora igual sí.

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