El tuit que resume lo que pensamos al ver las interminables etiquetas de ropa

Te explicamos por qué las etiquetas parecen libros

  • Comentar
  • Imprimir

“He terminado el libro que estaba leyendo. Voy a empezar una braga”. Este tuit de @candidalbicans se acompañaba de la imagen de una prenda a la que hay cosidas cuatro etiquetas. Se ha compartido más de 13.000 veces en poco más de un día porque toca un tema que todos hemos sufrido: el de las interminables etiquetas de la ropa. Pican, molestan y la trama es aburridísima.

Muchos de los casi 200 comentarios que ha tenido el tuit siguen la broma e incluso dan otras recomendaciones de lectura nada desaconsejables, sobre todo si tenemos en cuenta que acaba de arrancar la Feria del Libro de Madrid.

Las quejas sobre las etiquetas son un clásico de Twitter, como recordábamos en un artículo de Verne publicado en noviembre de 2015. Incluso El Mundo Today tiene un titular dedicado a este asunto: “Amancio Ortega publicará sus memorias en las etiquetas de las camisetas de Zara”. Por cierto, en el artículo explicábamos por qué son tan largas las etiquetas. La respuesta, después de estos otros tuits sobre el asunto.

Sí, son obligatorias

¿Y por qué son tan largas? ¿Hace falta que incluyan tantas explicaciones? Al fin y al cabo, es ropa. No es tan difícil de usar, ni siquiera tiene botones. Precisamente para escribir el artículo antes citado nos pusimos en contacto con dos empresas del sector, que nos explicaron que no hay más remedio que imprimir esa versión textil de El Señor de los Anillos con cada prenda: la normativa obliga a dar toda esa información y como estas empresas exportan sus prendas a muchos países, deben hacerlo en los idiomas de los mercados a los que se dirigen.

En Zara, una de las más mencionadas cuando se habla de etiquetas, nos explicaron que "deben cumplir con la legislación específica de los 88 mercados en los que estamos presentes, que regulan no solo el contenido informativo de las etiquetas, sino también otras cuestiones como la localización de esa información”.

En Mango añadían que “en algunos casos hay países que nos obligan a disponer de modo permanente y visible una serie de información, ya sea para pasar la aduana o ya sea para consumo”. Podría ser peor: esta empresa procura que “todo lo que no sea obligatorio se etiquete en tiendas" y se imprima junto con el precio. Es decir, si te has quedado con ganas de más, siempre puedes recuperar el recibo, que al parecer es una especie de spin-off.

* También puedes seguirnos en Instagram y Flipboard. ¡No te pierdas lo mejor de Verne!

  • Comentar
  • Imprimir

Comentar Normas

Lo más visto en Verne