El compositor Max Richter nació en Hamelín (Alemania). Toca el piano en vez de la flauta, pero, como el personaje en la fábula de los hermanos Grimm, conmueve a las masas. Compagina sus trabajos para televisión -The Leftovers, Black Mirror- y cine -Vals con Bashir- con sus lanzamientos discográficos. Su concepción de la música clásica es experimental, minimalista y propia de su tiempo. En el concierto Sleep, que ofrecerá en Madrid el 8 de julio, permite al público superar uno de sus grandes miedos cuando se enfrenta a este género musical. Los espectadores no solo pueden dormirse durante el recital, sino que el músico les invita a que lo hagan.
Las normas para disfrutar de este concierto de música clásica contemporánea son claras: Dura ocho horas seguidas, de once de la noche a siete de la mañana; el espectador no está esclavizado a la incomodidad de una butaca, puede tumbarse, llevarse la almohada de su casa o una esterilla; se puede acudir en pijama y quedarse dormido sin sentir vergüenza por ello. Sleep forma parte de la programación de Los Veranos de la Villa de Madrid y ya ha agotado todas las entradas, a un coste de 20 euros, en la N@ve de Villaverde donde se celebra, aunque sigue de gira por toda Europa.
Nadie podrá entrar al concierto, ofrecido por Richter y varios músicos de orquesta, una vez que haya empezado y los asistentes disfrutarán de un desayuno al amanecer. Cada uno es libre de llevarse su propia comida y bebida, aunque no estará permitido comer en la zona de escucha.
Con este espectáculo, que se presentó en Berlín en 2015, el revolucionario Max Richter ha inventado lo que él mismo define como "una nana para el mundo moderno", dedicada a los adultos en tiempos en los que el insomnio reina en nuestras vidas. Una encuesta publicada por la Sociedad Española del Sueño explicaba en 2010 que un 21% de los encuestados, mayores de 15 años, presentaba al menos un síntoma de insomnio al menos tres noches por semana.
Este concierto para dormir nace de Sleep, el álbum conceptual de Richter basado en la neurociencia del sueño publicado hace dos años por el sello Deutsche Gramophon. Su duración es la misma que la del concierto, ocho horas, y para su creación el compositor pidió consejos al neurólogo estadounidense David Eagleman, quien arrasaba en esos momentos en las librerías con Incógnito. Las vidas secretas del cerebro.
Ambos comparten esa capacidad de acercar al gran público asuntos que no suelen trascender algunos círculos reducidos y juntos han estudiado el efecto de la música en el subconsciente y su relación con el sueño. Desde entonces, Richter y sus músicos lo ponen en práctica en vivo y en directo.
El verano pasado, Sleep ocupó durante una noche la Ópera de Sydney. "No hay reglas. Sed libres de encontrar vuestro propio camino en este paisaje. Os veo al otro lado", dijo un enigmático Max Richter a los 200 asistentes en palabras recogidas por The Guardian.
Para cumplir con los requisitos necesarios de esta propuesta, el concierto de Madrid no se celebra en un auditorio tradicional. Tendrá lugar en la N@ve, el espacio con capacidad para 2.500 personas cedido en 2016 por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, entonces dirigida por Guillermo Zapata. El lugar forma parte del plan urbanístico que intenta dar nueva vida al distrito de Villaverde, el más castigado por el paro en la capital española. Y Max Richter atraerá hasta allí a miles de personas con las oníricas y electrónicas melodías nacidas desde su piano.
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