El Metro es - junto al agua del grifo - una de las cosas de las que más presumen los madrileños, a pesar de que los recortes hayan hecho que el tiempo de espera se alargue de manera interminable y acabes plantado en el andén 7 minutos un martes a las ocho de la tarde. Un tiempo de espera, por cierto, mucho mayor que el de 1919: cuando se inauguró el servicio, estaba programado para que los trenes pasaran cada 2-3 minutos.
Hace 95 años que Alfonso XIII - bisabuelo del actual rey - cortó la cinta inaugural en la estación de Cuatro Caminos. Ahora, la compañía celebra el aniversario con una exposición de fotos históricas en la estación de Chamberí, conocida como la estación fantasma porque durante años estuvo abandonada (ahora sigue cerrada, pero se ha reconstruido). Además de las imágenes de hace casi un siglo, rescatamos otros datos que nos muestran cómo ha cambiado uno de los símbolos de Madrid.
1. Como decíamos, en 1919, cuando se inauguró, los trenes pasaban con una frecuencia de tres minutos. En los últimos años, el servicio del metro madrileño ha ido aumentando el tiempo de espera. Los horarios de la propia compañía indican que, en teoría, el tiempo de espera mínimo es de 3-4 minutos y que lo máximo que deberías esperar son 15 minutos y después de la medianoche. De hecho, el número de trenes que circulan se llegó a reducir incluso a la mitad a partir de las 11 de la noche.
2. La primera línea unía Cuatro Caminos y Sol y tenía ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (glorieta de Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Puerta del Sol. Ahora hay 12 líneas de Metro (incluido Metrosur) y tres de Metro Ligero.
3. Entonces no se llamaba Línea 1 sino línea Norte-Sur. Los madrileños pasaron de recorrer esos casi 4 kilómetros en 30 minutos en tranvía a 10 minutos en metro.
4. Actualmente la red tiene casi 300 estaciones. Sol, Nuevos Ministerios y Moncloa son las más transitadas, con unos 60.000 viajeros al día, aproximadamente.
5. Cuando se inauguró, su nombre era Compañía Metropolitana Alfonso XIII. Cuando llegó la II República pasó a llamarse Compañía Metropolitana de Madrid. En 1989 se rebautiza como Metro de Madrid S.A.
6. Los trenes de 1919 viajaban a 25 kilómetros por hora. Ahora pueden alcanzar los 110.
7. La estación Puerta del Sol (ahora llamada Vodafone Sol) tenía un ascensor para salir a la superficie, pero era de pago.
8. En su primer año abierto, el Metro de Madrid transportó a 14 millones de viajeros. En 2013, fueron más de 550 millones.
9. Hasta el año 1986, el control del Metro era privado, ya que fue un proyecto personal de los ingenieros Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Sáez de Argandoña y Antonio González Echarte. La inversión inicial fue de 10 millones de pesetas: uno de ellos lo puso el rey Alfonso XIII para atraer inversores y otros cuatro los aportó el Banco Vizcaya. A partir de 1986, su titularidad corresponde al Consorcio Regional de Transportes de Madrid.
10. Metro fue una compañía pionera en contratar mujeres, pero tenían que estar solteras y no podían salir de sus trabajos más tarde de las 22.30.
11. El primer billete valía 15 céntimos de peseta. Ahora, el sencillo cuesta 1,5 euros: con lo que vale uno actualmente podrían pagarse 1660 de los primeros, aproximadamente.
12. El diseñador de su imagen fue Antonio Palacios, el mismo que el Círculo de Bellas Artes y el Palacio de Comunicaciones de Cibeles (el actual Ayuntamiento).
13. La estación de Gran Vía se llamaba Red de San Luis al inaugurarse, durante la dictadura se llamó José Antonio (por Primo de Rivera) y en 1983 pasó a llamarse Gran Vía.
14. Todo el mundo conoce Chamberí como la estación fantasma. Pero hay otra: Arroyo del Fresno, una parada de la línea 7 situada entre Pitis y Lacoma. Se construyó en 1999 pero que nunca se llegó a utilizar. Está en medio de un solar en el que se planeaban levantar viviendas.
15. En el metro hay dos museos suburbanos. En la parada de Ópera está el Museo de Los Caños del Peral, con restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII. Al construir la estación de Carpetana se encontraron restos paleontológicos con los que se han podido reconstruir varios paleoambientes que se pueden visitar en esa misma estación.