"Un segundito, que me dice que su tarjeta sanitaria está fuera del sistema". Y, a continuación, el susto: el farmacéutico destruye la tarjeta y comunica al usuario que ya no la puede usar más.
Este vídeo grabado con cámara oculta en una farmacia de Lavapiés pretende ser una reflexión sobre las consecuencias de la reforma sanitaria. "Es una campaña que busca lograr empatía (...) Nos gustaba la idea de sorprender y dar esa bofetada que podría suponer que una persona se viera ante esa situación", señala a Verne desde Red Acoge, la ONG tras el vídeo, su responsable de comunicación, Manuel Sobrino.
Se fijaron en ideas utilizadas por otros organismos internacionales y decidieron jugársela al recurso de la cámara oculta. Y para crear "un poco de shock", explica, el actor que hace de farmacéutico -el único intérprete de todo el vídeo- finge destruir las tarjetas sanitarias.
"El suyo es un susto de dos minutos. Hay personas que llevan así más de dos años", comenta Sobrino, que destaca la reacción "generosa y comprensiva" de todas las víctimas de la broma. En especial, la del hombre que, hecho polvo, se va casi corriendo y al que tienen que parar al grito de "¡Eh, que es una broma!".
El objetivo de esta ONG, como el de tantas, es intentar lanzar un contenido viral a través de redes sociales que "sirva para volver a colocar un tema en la agenda informativa". A través de su Facebook el vídeo se ha compartido más de 2.800 veces y ha sido visto más de 44.000 veces y en YouTube ha sido reproducido casi 25.000 en menos de 24 horas.
Durante la mañana del 27 de noviembre grabaron a varias personas. En la edición del vídeo escogieron distintos perfiles: pensionistas y jóvenes, hombres y mujeres con y sin hijos y también españoles e inmigrantes. "Cualquier acción de comunicación que hagamos, lo que nos pasa es que se radicalizan posturas [en comentarios en redes sociales]. Hay gente que empatiza y otras personas que por el hecho de ser población inmigrante les parece rechazable. Que si son inmigrantes pues que se vayan a su país o que se paguen la sanidad. Queremos romper con estereotipos. Cuando compras una barra de pan estás subvencionando la Sanidad", afirma.
Aprobada por real decreto, la reforma sanitaria que entró en vigor hace dos años supuso, entre otras cosas, la exclusión del derecho a la asistencia normalizada a los extranjeros en situación irregular. Sólo las urgencias están garantizadas por el decreto ley de 2012, aunque según los colectivos en defensa de la sanidad universal no siempre se respeta. También lo está la atención a menores y a embarazadas. Otros colectivos, como los parados de larga duranción que residan más de tres meses al año en el extranjero, también pueden quedarse sin tarjeta.