“La verdad es que tengo más dinero del que estoy interesado en gastar. He cuidado de todo el mundo en mi familia. Y disfruto con esto”. Así hablaba Sam Simon, cocreador de los Simpson, en 2013. Era una entrevista concedida a The Hollywood Reporter en la que explicaba que iba a donar toda su fortuna (unos 100 millones de dólares, según The Huffington Post) a varias ONG, incluyendo Save the Children, la organización en defensa de los derechos de los animales PETA, la entidad dedicada a la conservación marina Sea Shepherd Conservation Society y su propia fundación, The Sam Simon Foundation, que rescata perros abandonados y les busca un hogar. Entonces ya había sido diagnosticado con el cáncer terminal de colon que terminó con su vida el 9 de marzo de 2015.
(Los guionistas de Rasca y Pica. Sam Simon es el del cigarro).
Hay vida más allá de los Simpson
A pesar de crear la familia animada más exitosa de todos los tiempos junto a Matt Groening y Al Jean, Simon había dejado los Simpson en 1993. Desde entonces no tenía ningún papel activo en la serie, pero haber ayudado a crearla le proporcionaba unos ingresos anuales de “decenas de millones de dólares”. Sí, se puede decir que se jubiló a los 38. Como no tuvo hijos (aunque sí estuvo casado en dos ocasiones) pudo dedicar la mayor parte de este dinero a sus acciones caritativas. Y a sus hobbies. Además, también trabajó como como director y productor de series como The Drew Carey Show y Anger Management.
La fundación Sam Simon
Simon creó su fundación en 2002. Esta institución cuenta con una clínica veterinaria móvil y un programa de adopciones de perros para familias, personas con problemas de audición y veteranos. La entidad también ofrece un programa que proporciona alimentos a 400 familias cada semana. Se trata de alimentación vegana, que Simon consideraba “la respuesta a casi cada problema de la humanidad en términos de hambre y cambio climático”.
El caro “hobby” de liberar animales
Aunque ya colaboraba con PETA desde 2002, cuando los médicos le dieron de tres a seis meses de vida en 2012, Simon intensificó sus acciones y se dedicó a comprar zoos y circos para liberar a los animales en reservas. Según explicó a Vanity Fair, quería “tener algunos días en los que pudiera ver a animales caminar sobre la hierba por primera vez”. Simon había liberado a más de 30 osos, en Dallas y en Colorado, a dos chimpancés en Florida, a un caballo de carreras en Virginia y a unas 500 chinchillas rescatadas de una granja, entre otros animales que compró para evitar que fueran sacrificados o maltratados. Incluso ayudó a liberar al elefante Sunder, cuya situación había sido también denunciada por Paul McCartney.
Simon colaboraba con la Sea Shepherd Conservation Society, para la que compró en 2012 un antiguo ballenero con el que la organización intentaría detener la caza ilegal de ballenas en Japón. Este barco se llama Sam Simon. Como declaró a Reuters, “es mi dinero y hago lo que quiero con él. Es un hobby caro al que me he aficionado al final de mi vida”.
Un almuerzo con Walt Disney
Como explica Vanity Fair, Simon nació en Los Angeles en 1955, hijo de la dueña de una galería de arte y del propietario de una fábrica de ropa. Su familia era peculiar: de niño conoció a artistas, incluyendo a Andy Warhol. También a Groucho Marx, que era su vecino y a quien descubrió en la cama con su madre. Aunque ambos estaban vestidos. Cuando tenía 9 años, su madre le pegó por no prepararle bien el dry martini.
En el colegio ya destacó por sus habilidades con el dibujo, que le llevaron a un programa de televisión y a comer con Walt Disney, quien le dijo que trabajaría para su empresa. Simon estudió en la Universidad de Stanford, tras enviar una solicitud a la universidad que incluía sólo dibujos. De ahí pasó a dibujar storyboards para guiones y, después, a escribir guiones para series como Taxi, Shaping Up y Cheers. Escogió y dirigió a los guionistas de los Simpson durante los primeros cuatro años de la serie, además de diseñar a personajes como el señor Burns y el comisario Wiggum. El arte siguió siendo una de sus pasiones: en su casa tenía obras de Warhol, Richard Estes y Ed Ruscha, entre otros.
Campeón de poker
Simon también se dedicó a jugar (y a ganar) torneos de poker: se llevó más de 350.000 dólares en total. Se tomó este juego tan en serio que incluso contrató a un agente del FBI retirado para que le ayudara a leer el lenguaje corporal de sus contrincantes.
En la final de uno de estos torneos, derrotó a la actriz (y jugadora) Jennifer Tilly, con quien estuvo casado entre 1984 y 1991, y quien ha sido además uno de sus principales apoyos y amistades durante estos últimos años. No se trataba de una excepción: también en Vanity Fair explicó que celebró su último cumpleaños “con dos ex mujeres, una ex novia y mi novia actual”.
Representante de boxeadores
Otra de sus aficiones era el boxeo: a partir de los 40 empezó a entrenar (para hacer ejercicio, no para competir) y acabó representando a Lamon Brewster entre 1996 y 2006. Este boxeador fue campeón del mundo de los pesos pesados entre 2004 y 2006.
"Sam Simon encajó un puñetazo cuando hizo de sparring", dice el ex campeón de boxeo Lamon Brewster". En la foto, detrás del boxeador, está Sam Simon.
Una vida plena, sin duda y no sólo por los Simpson. Pero aun así, no está de más recordar lo que decía David Itzkoff, periodista del New York Times, en Twitter: este es el mejor crédito de televisión que puedes poseer.