La sala que Izquierda Unida había reservado en el hotel Rafael de Madrid como cuartel general estuvo vacía la mayor parte de la noche electoral. Solo una veintena de periodistas, encargados de cubrir los resultados de la formación, deambulaba por el diáfano espacio. Entonces apareció el histórico dirigente Paco Frutos. Se acercó al estrado, se sentó en la tarima e intentó pasar el trago mirando su móvil y la pantalla donde iban cayendo escaños para todos los partidos menos para el suyo. Julián Rojas, fotógrafo de El País, vio la escena, preparó su cámara y disparó. Después, le mostró la fotografía a su compañera Luz Sánchez-Mellado. "Me pareció muy poderosa", explica la también periodista del diario. "Decidí hacerla con mi móvil y la subí a Twitter". Ella confiaba en llamar la atención de su "parroquia habitual", pero la soledad de Frutos ya se ha convertido en uno de los momentos que se recordarán del 24-M.
Más de 1.700 personas han retuiteado la imagen de Sánchez-Mellado, en menos de 24 horas. Cientos han compartido la de Rojas, que se ha publicado en la edición impresa de hoy (página 27). "Ella tiene más seguidores", ríe al otro lado del teléfono. Ambos coinciden en que la fotografía muestra la desolación de un partido a través de uno de sus dirigentes más determinantes. "Cuenta una historia: alguien que lo había sido todo en su partido, una formación clave en determinados momentos, ahora en la debacle, en el abandono", explica la periodista.
La instantánea que Sánchez-Mellado "robó" es más ocura y está desenfocada, pero muestra la amplitud y el vacio de una sala en la que un hombre, al fondo, mira una pantalla. "Mi teléfono es muy malo, yo no sé hacer fotos y así me salió", dice. Después de publicarla en su cuenta, El País retuitéo la imagen y comenzó a compartirse, así que la redactora decidió mostrársela a Frutos. "Me dijo que era un mercenario del régimen", recuerda y ha contado en una columna publicada hoy en el periódico. "Se enfadó muchísimo, perdió los papeles y no se ha disculpado". Verne ha intentado ponerse en contacto con IU Madrid, pero no ha obtenido respuesta.
En Twitter la acogida fue más agradable. "Muchos me decían que era un fotón, poesía visual", dice Sánchez-Mellado mientras insiste en que la idea fue del fotógrafo e insiste que su foto no es comparable a la de su compañero. "Los militantes de IU mostraron un sentimiento generalizado de pena y compasión. Aunque muchos otros apostaban por levantarse y seguir adelante", explica.
Sánchez-Mellado y Rojas vivieron este momento mientras esperaban la comparecencia de los candidatos a la alcaldía y la comunidad de Madrid. "Ya sabíamos que Raquel López no iba a entrar en el ayuntamiento e intuíamos que García Montero tampoco lo iba a conseguir", relata la periodista. "El ambiente era de funeral". Los cargos del partido en Madrid se habían recluido en una sala contigua. Los líderes Cayo Lara y Alberto Garzón no habían acudido por las dispustas internas de la organización federal con la regional. "Vuelan cuchillos desde que Tania Sánchez decidiera abandonar el partido", apunta la redactora. Ante tal panorama la aparición de Frutos fue casi un alivio.