Es lunes 22 de junio, ocho y media de la tarde. Cynthia Uceda, Miss Venenno en Twitter, decide romper el corsé de los 140 caracteres de esta red social con la imagen de un texto. Un texto de socorro. "Soy Cynthia Uceda y soy estudiante en la facultad de Bellas Artes de Sevilla", explica en la fotografía, "debido a la situación económica de mis padres, no puedo hacer frente a la matrícula de la Universidad [...] Por ello, os propongo ser mis mecenas". A continuación, un listado de los precios que ofrece por vender su obra (poemas a 1,5€, ilustraciones de 5 a 10€) y una llamada a la colaboración. "Me ayudaría muchísimo la difusión". Una hora después, Twitter responde: el mensaje logra sus primeros mil retweets, solo una décima parte de los 10.000 que ya ha sobrepasado.
Cynthia Uceda logró la beca parcial del ministerio, la que exime de pago de matrícula, para su primer año de carrera, "aunque tampoco es gran cosa porque tienes que pagar piso, libros, fotocopias y, en el caso de los estudiantes de Bellas Artes un montón de materiales para trabajar, que no son precisamente baratos", explica la joven a Verne. El próximo septiembre tendría que afrontar su segundo año académico, pero la situación económica en casa no se lo permite: "este curso no tendré beca porque, según el Ministerio, sobrepasamos la renta estipulada para solicitarla", reconoce, "y no lo entiendo: mi padre es vigilante de seguridad mileurista y mi madre trabaja limpiando. El año pasado pidieron un préstamo para que pudiera irme fuera a estudiar, pero ya no pueden endeudarse más".
Para solucionarlo, decidió intentar vender su trabajo anunciándolo en las redes. "La idea vino de una amiga", explica, "que me propuso montar una especie de crowdfunding, vía Twitter, ofreciendo algunas de mis ilustraciones y poemas". El éxito ha sido rotundo: "lo lancé y en menos de una hora ya tenía 1.000 retweets, estaba alucinando".
Tras esos 1.000 retweets han llegado 9.000 más y 6000 compartidos en Facebook, y la artista calcula que debe tener "casi 400 encargos", aunque no lo sabe a ciencia cierta: "todavía no he podido leer todos los mensajes que me han enviado, y no paran de llegar". Entre las peticiones, algunas tan curiosas como "escribir los votos de una boda, hacer la portada de un libro o el cartel para un cortometraje".
Aunque Uceda reconoce que la cantidad de encargos y respuestas la han "desbordado", se muestra ilusionada por el apoyo recibido, y hace hincapié en que, frente a lo que algunas voces críticas han comentado en Twitter, no está "pidiendo limosna". "Hay gente que se ha ofrecido a darme dinero a cambio de nada", cuenta. "Lo he agradecido, pero he rechazado".
"Creo que ha corrido tanto y tan rápido por la empatía", considera, "porque hay mucha gente en una situación parecida. Hay quien me ha escrito diciendo 'mi hija sufrió por una situación parecida, comparto', o gente que pasó por lo mismo. Yo conozco muchos casos de alumnos que si no es con beca no puede estudiar entre piso, tasas, materiales... Están recortando justo de donde no deberían recortar, en Educación".
Este 2015 la cuantía de las becas ha registrado su mayor caída en los últimos 19 años, y desde 2013 los requisitos para conseguirlas son más exigentes: los umbrales de renta para poder solicitarlas se redujo y la nota para pedirlas o mantenerlas aumentó. En 2014 las universidades públicas perdieron 45.00 alumnos, aunque el Ministerio de Educación achaca el descenso a la reducción de la población de entre 18 y 24 años. De hecho, la de Cynthia Uceda no es la primera situación peliaguda causada por el sistema de becas que se populariza en las redes. En 2013 llegó a portada de Meneame el post del blog Scientia titulado Una puta mierda, en el que el profesor José Manuel López Nicolás, de la Universidad de Murcia, se lamentaba de haber perdido a uno de sus mejores alumnos porque éste no podía pagar los plazos de la matrícula. Y hace apenas unas semanas Yashmina Resurrección, alumna de Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Málaga, lanzó un vídeo denunciando que, ni al borde del desahucio y con un 8,5 de media, el Gobierno le concedía la ayuda.
Aunque le va a costar un verano enfrentándose a muchos folios en blanco, muchos retratos, poesías y acuarelas, todo apunta a que Cynthia Uceda conseguirá estar el próximo septiembre sentada en clase. Han pasado menos de 48 horas desde que lanzó su texto de socorro, y la artista ya puede decirlo: "con esto tendré, seguro, para la próxima matrícula".