Estados Unidos ha declarado que los superhéroes son una amenaza para la seguridad de su pueblo y las autoridades han decidido trasladarlos a un lugar donde su destrucción no se note mucho: América Latina. ¿Podrá Spiderman saltar de un edificio a otro para salvar a posibles víctimas?, ¿entenderá Batman una petición de socorro en español? La productora ecuatoriana Touché Films, responsable del canal Enchufe TV en YouTube, se ha imaginado qué ocurriría si esto fuera cierto. La recreación de esta surrealista decisión en un vídeo se llama Superhéroes en Latino América y acumula por el momento más de tres millones y medio de reproducciones desde que se publicara el pasado 28 de junio. "La idea inicial era crear un superhéroe latinoamericano", explica a Verne Jorge Ulloa, uno de los fundadores de este proyecto. "Poco a poco desarrollamos esta tesis y acabamos pensando que sería divertido enfrentar a estos personajes, que son gringos, a la atmósfera que vivimos acá".
Este joven creador no puede ofrecer una fórmula mágica para explicar el éxito. "Es cierto que conseguimos muchas reproducciones en muy poco tiempo, pero esto es como una ruleta rusa y en este caso atinamos con la hipótesis". El equipo de Enchufe TV recurrió a lo que denominan la idiosincrasia latinoamericana, la pusieron frente a frente a la estadounidese y la tamizaron con el ingrediente estrella de su trabajo: el humor. De esta manera, un colombiano, un ecuatoriano o un mexicano son capaces de sentirse identificados, y además sonreír, al ver cómo Spiderman falla una y otra vez al intentar saltar de un edificio a otro porque en las ciudades de la región no hay tantos rascacielos. "Acá podría moverse en un par de calles nada más", dice.
Algo parecido le pasa a Lobezno. Después de sufrir el abuso de la autoridad en el aeropuerto acaba cantando en un autobús para ganarse algo de dinero. "Cualquiera que vea al personaje lo va a reconocer, es parte del imaginario colectivo, pero además se va a sentir identificado con una situación que vive cada día al ir a trabajar, un hombre tocando en el bus", relata el creador. En el caso de Batman no es tanto un problema de querer ayudar como una dificultad con el idioma que se ve agudizada cuando descubre la posibilidad de beber alcohol en cualquier lugar y a cualquier hora.
Wonder Woman también vive en sus carnes, literalmente, las actitudes machistas. "Las mujeres en este mundo son pocas y tienen menos poderes que los hombres", empieza explicando Ulloa. "Y cuando llega a Latinoamérica además tiene que sufrir que la confundan con una prostituta por cómo va vestida".
Ulloa, de 24 años, responde desde Quito, donde hace tres años decidió protestar contra la televisión local de Ecuador subiendo a YouTube un vídeo que había ideado con dos amigos de la Escuela de Cine y que previamente había sido rechazado por los que gobiernan la pequeña pantalla en su país. "No pretendíamos, ni ahora queremos hacer una televisión alternativa", explica, "nuestro objetivo es hacer contenidos que las personas quieran ver, no que respondan a cuestiones externas como la audiencia".
Internet les da la libertad de publicar lo que quieren cuando quieren y medir el interés o el éxito de su trabajo a partir de los suscriptores que han ido congregando, más de ocho millones, y las estadísticas que YouTube les ofrece como pistas para seguir ideando proyectos. En concreto 104 al año. "Dedicamos tres meses a escribir los contenidos, un mes para la preproducción y después rodamos durante otros tres meses".
En el caso de los superhéroes, viajaron a Bogotá en su primera incursión internacional dentro de la gira Enchufe TV de Paseo. En Colombia rodaron las aventuras de Batman, Spiderman y compañía, y las de Superman, Ironman y Thor que se publicarán dentro de un mes. "Podemos adelantar que Jorge Enrique Abello, un actor muy conocido en América Latina por interpretar a Don Armando en Betty, la fea, interpretará a Superman", desvela. El equipo de Touché Films consiguió que el intérprete trabajara con los jóvenes generadores de contenidos en internet, como ellos mismos se definen -"no somos youtubers", apostilla- gracias a sus hijas. Fueron ellas, representantes de la generación millennial, las que al reconocer de inmediato a los productores animaron a su padre a participar en el proyecto.