Si hay un vídeo sobre la celebración de la Copa del Mundo de Rugby que rivalice en redes sociales con el haka de la victoria de los neozelandeses All Black -su icónico baile, en su origen una danza de guerra maorí que reivindica, entre otras cosas, la unidad de la tribu- es este.
"Estabamos dando la vuelta de honor y de pronto este jovencito viene corriendo", dijo , que sintió pena por el chaval porque el personal de seguridad casi le hizo "un placaje". "Con suerte [la medalla] servirá para que sea una noche que recordar", dijo el jugador, citado por AFP, y "cuando sea mayor podrá contarle esta historia a sus hijos". "Mejor que la tenga él a que se quede colgando en una pared de casa", añadió.
Charlie Lines, de 15 años, se convirtió gracias al jugador en un espontáneo con suerte. No todos los intentos de saltar al terreno son tan tolerados y aplaudidos como el ocurrido este fin de semana en el estadio de Twickenham.
El gesto de Sonny Bill Williams también fue premiado por la organización: le entregaron una nueva medalla para que él también tenga su recuerdo tras la victoria sobre Australia.