El pasado 2014, una imagen tomada en el Rijksmuseum, el Museo Nacional de Arte de los Países Bajos, dio la vuelta al mundo como símbolo del apocalipsis tecnológico: la de unos niños ignorando un Rembrandt mientras observaban sus teléfonos móviles.
Un año después, en ese mismo museo, la situación es bien diferente:
¿Qué ha cambiado en el Rijksmuseum para ofrecer dos imágenes tan distintas en tan solo un año de diferencia? Aunque lo pudiera parecer por el logotipo que vistió la fachada del museo el pasado octubre, las cámaras de fotos no han sido prohibidas. Tampoco los teléfonos móviles. Se trata de la iniciativa #startdrawing ("comienza a dibujar"), en la que el museo anima a os visitantes a que dibujen las obras en vez de fotografiarlas.
"En el mundo actual de los teléfonos móviles y el multimedia, una visita al museo es en ocasiones una experiencia pasiva y superficial", explican en una nota de prensa. "Por eso, el museo quiere ayudar a los visitantes a descubrir y apreciar la belleza del arte y su historia a través del dibujo".
Si bien "la gente que quiera dibujar será siempre bienvenida en el Rijksmuseum", anuncia en la nota el director general del museo, Wim Pijbes, los sábados se convertirán en el día oficial del dibujo: ese día, los visitantes podrán coger gratuitamente cuadernos para bocetos en el mostrador del museo, y se realizarán visitas guiadas para dibujar y clases de dibujo para todos los públicos.
"Llevamos unas vidas tan ocupadas que en ocasiones no nos damos cuenta de cómo de bellas son las cosas", reconoce Pijbes. "Dibujar ayuda, porque te fijas más en las cosas cuando las estás dibujando".
La iniciativa no ha quedado solo entre las paredes del Rijksmuseum: a través de los hashtags #startdrawing (o en neerlandés, #hierteeken) los usuarios están publicando los bocetos que realizan durante la visita al museo. En vez fotografías de los cuadros, en Instagram pueden encontrarse imágenes como estas: