"Tengo todo lo que un niño quiere en su habitación: naves, juegos y figuras de acción" canturrea un niño mientras suenan unas notas al piano. Tumbado sobre un edredón blanco con dibujos de los Soldados de Asalto mira a cámara y reconoce con cara compungida: "No sé como decirle que no me gusta Star Wars". Obi-Juan es el joven Padawan que protagoniza este vídeo que parodia el fenómeno fan de la saga de George Lucas. Influido por el gusto de su padre, un obseso de La guerra de las galaxias, el niño ha pasado su infancia rodeado de ciencia ficción, pero no sabe como desvelar que en realidad tanta espada láser no le hace feliz.
No me gusta Star Wars. El musical es la última creación del músico madrileño Rodrigo Septién, que hace dos años se inició como youtuber. "Al principio estuve haciendo versiones de canciones conocidas", cuenta a Verne Septién en una charla telefónica, "había estado estudiando sonido y producción musical, quería grabar en casa y me animé. Pero después de un año vi que los vídeos que tenían más éxito eran los que introducían un punto de humor, así que seguí trabajando en esa línea." Septién reconoce que montar estas parodias musicales le divierte mucho más y son un reto a nivel técnico.
¿Creció Septién odiando Star Wars? "No, no. Todo lo contrario. Me encanta. Soy muy fan y estoy deseando que se estrena la última película. Sí que existe una conexión autobiográfica con la historia que cuento porque mi padre fue quien me inició en las películas y juntos hemos trabajado en la idea del vídeo", explica. Lo mismo ocurre con los protagonistas, padre e hijo, y seguidores galácticos en la vida real. "De hecho", recuerda el youtuber, "la ropa de merchandising que llevan es suya. El niño vino de casa vestido al completo de Star Wars. Calcetines incluidos".
Aunque en esta ocasión Septién ha compartido también el vídeo en su página de Facebook - donde ha superado en un día las 400.000 reproducciones - reconoce que prefiere utilizar su canal principal de YouTube porque la calidad de sonido es mayor y porque, dice, los espectadores son más respetuosos. "He tenido muchos problemas con gente que se descarga los vídeos desde mi canal y luego los sube a Facebook sin mencionar la autoría. Además, la interacción con la comunidad de usuarios de YouTube - a su canal están suscritas 43.611 personas - es más amable".
El musical de las princesas Disney enganchadas al móvil o Los Vengadores Apestan, son algunas de las parodias más exitosas de su canal. Septién nos cuenta que la música la compone y graba él mismo en casa - con instrumentos reales y virtuales en el ordenador - pero que cuenta habitualmente con la ayuda de unas cuatro personas: "Mi novia - que hace teatro musical y ha actuado en alguno de los vídeos- suele escribir las letras. De la parte de vídeo se encargan tres amigos que me han echado una mano desde el principio".
Septién sí ha llegado a obtener algún beneficio económico del canal a través de la publicidad, pero no se dedica a él a tiempo completo. Compagina su trabajo como músico con un Taller de Radio que imparte en un colegio de primaria, aunque no le importaría que el canal creciese y llegase a profesionalizarse: "Intentas divertir y que a la gente le guste, pero nunca sabes donde va a estar ese punto extra que hace que la gente quiera mostrárselo a otros y lo comparta como sí ha ocurrido en este caso".
Como seguidor de Star Wars que es Septién incluye a este vídeo entre sus favoritos. Su padre también: "Le ha gustado mucho el resultado y me alegro porque él me ayudó mucho con la idea. Cuando un amigo me sugirió que el niño debía llamarse Obi-Juan, y yo no lo veía nada claro, mi padre enseguida dijo 'Con ese nombre, el chiste será doble'. Y así ha sido".