Según el BOE, los mayores de 70 años quedan excluidos del sorteo para acudir a la mesa electoral. Sin embargo, Manuela Labrador del Amo ha sido convocada, y hace 33 que superó esa edad: a sus 103 años, esta anciana de Hellín, Albacete, recibió una notificación para participar en la mesa. Su familia la ha rechazado.
"Hace unas semanas el cartero llegó a nuestro domicilio preguntando por mi abuela", explica su nieto Javier Guerrero, de 35 años, vía telefónica a Verne. "Nos dijo que traía la notificación para que formara parte de la mesa electoral en las elecciones y nos quedamos alucinados, primero porque la mujer tiene 103 años y, segundo, porque no tiene la cabeza como para acudir".
Guerrero explica que "rechazaron" la carta y el cartero se la llevó en ese instante, y que desde entonces no han tenido noticias. "Imaginamos que cuando comprobaran los datos tras la devolución se habrán percatado del error del error y no han insistido", aunque reconoce que se arrepiente de no haberla aceptado: "Ahora tenemos curiosidad por saber qué puesto de la mesa hubiera ocupado", bromea. Fue el nieto de Manuela Labrador el que habló del caso a El Faro de Hellín, medio local que se hizo eco de la noticia.
Según cuenta el joven, propietario de un videoclub de la localidad, ni tan siquiera le comentaron la situación a la anciana porque "no lo hubiera entendido, tiene la cabeza un poco regular de la edad".
El nombramiento de los integrantes de las mesas electorales es competencia de los Ayuntamientos, y cada mesa debe estar conformada por dos vocales y un presidente. También deben presentarse dos suplentes de cada uno de los cargos, que solo ocuparán la mesa en caso de que uno de los miembros no se presenten.
Según ha explicado la Junta Electoral de Hellín vía telefónica a Verne, ha debido de tratarse "de un error en el sorteo realizado por el Ayuntamiento", pero que "en este caso no habría ninguna duda de que la persona no está capacitada y sería relevada del cargo".