El sueño de Manrique en Lanzarote contra el urbanismo salvaje se resiste a morir

César Manrique transformó la isla, gracias a la puesta en valor del paisaje

Una parte de su legado está en ruinas. ¿Qué queda del espíritu de la NaturalezaArte?

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La Isla del Amor, uno de los proyectos en estado de abandono
La Isla del Amor, uno de los proyectos en estado de abandono.

'NaturalezaArte' frente al desenfreno de la arquitectura hecha por y para el turismo en masa. Es el concepto con el que el artista César Manrique transformó la isla de Lanzarote y la colocó en el mapa internacional. No solo por el atractivo visual de sus creaciones, sino porque demostró - cuando el compromiso ecológico no estaba tan extendido - que el diseño y la sostenibilidad eran compatibles. Ahí están como ejemplo sus casas construidas en burbujas de lava volcánica, los miradores suspendidos en la pared de un acantilado o los cactus autóctonos demostrando que pueden lucir en un jardín:

Another photo of César Manrique's home in Tahíche, Lanzarote, the Canary Islands, 1980s. We featured an interview on César and his houses in issue 15, by Arquitectura-G. Photo: The César Manrique Foundation @arquitecturag #cesarmanrique #apartamentomagazine

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#cesarmanrique

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Paradise in a vulcanic crater by #cesarmanrique #lanzarote #canaryislands #vacay #losjameosdelagua #pool #piscine #thunderbirds #vulcano #architecture

Una foto publicada por Jonathan Augustijn (@jonathanaugustijn) el

Ya a mediados de los sesenta, Manrique decía sentir "miedo" ante la avalancha turística que se venía encima y, en 1985, testigo indignado de una política de construcción en masa y sin criterio, redacta su manifiesto Momento de parar. Un documento en el que insiste en el éxito logrado hasta entonces en Lanzarote, ejemplo de una utopía hecha realidad con su arquitectura sostenible y la recuperación de riquezas naturales de gran valor (como el parque nacional de Timanfaya) y denuncia cómo aquel proyecto se hunde por la avaricia del ladrillo.

"No se puede creer que, después de haberse conseguido en la isla de Lanzarote el milagro de la unidad armónica, y de ese nuevo concepto NaturalezaArte, no se haya comprendido en absoluto y sin la más mínima visión de futuro, lo que podría haber sido su brillante porvenir. De haberlo entendido, podríamos haber dado un ejemplo a nivel mundial con orgullo y una riqueza permanente, y no se daría el suicidio que estamos provocando, por un torpe egoísmo sin límites"

Extracto del manifiesto ‘Momento de parar’

Poco después, viendo que su mensaje era lo más parecido a predicar en el vecino desierto, Manrique soltó su famosa frase "Lanzarote se está muriendo".

El artista había regresado a la isla canaria tras más de veinte años en ciudades como Madrid y Nueva York. Su propuesta, gracias a la creación de parajes excepcionales y la puesta en valor de un paisaje infravalorado por los propios lanzaroteños, sentó las bases de una política arquitectónica respetuosa con el medioambiente que solo se tuvo en cuenta hasta cierto punto. Pese a ser en sí mismo un atractivo turístico, una parte del legado del artista, fallecido en 1992, está abandonado.

Legado en ruinas

Cuesta creer que ese icono de Lanzarote, el artista responsable de esas arquitecturas orgánicas como la de los Jameos del Agua, el Mirador del Río, la Cueva de los Verdes o Los Hervideros, tenga uno de sus proyectos, en su ciudad natal, Arrecife, en la plena ruina.

Es lo que sucede en La Isla del Amor, o Islote de la Fermina, un lugar de esparcimiento al más puro estilo Manrique, con su piscina central y sus elementos primitivistas, proyectado desde los años setenta pero víctima de una serie de ineptitudes administrativas. En 2007, se abrió de modo simbólico (en campaña electoral), pero hubo de cerrarse por cuestiones técnico-urbanísticas de tipo chapucero, como se detalló en el blog Lanzarote Corrupta.

La Isla del Amor, en estado de abandono. | E. L.

Hoy el acceso está cerrado y es refugio para algún sin techo o algún curioso paseante, que se puede colar y atravesar un puente en proceso de descomposición para contemplar ese monumento al abandono.

Para más sonrojo, los huéspedes del Gran Hotel, el único edificio que se eleva sobre el chato skyline lanzaroteño y anexo al islote, cuentan con una privilegiada vista sobre esta mancha en el expediente manriqueño que nadie resuelve. ¿Por qué? "Como no va a ser negocio y va a ser únicamente una carga, no lo abren; si fuera para los turistas ya lo habrían abierto", señala Carlos Meca, de Podemos Lanzarote. Meca - que trabajó siete años en la Fundación César Manrique, en Haría, donde se levanta la espectacular casa de este artista integral - recuerda que esa lacra tan peninsular de la corrupción no es excepción en la isla, donde hay más de 200 imputados actualmente, por casos como el Jable o el Montecarlo.

Mantener la llama

¿Qué queda, aparte de sus obras, del espíritu de Manrique? El consejero de Cultura del Cabildo de Lanzarote, Óscar Pérez Cabrera - también músico, en Oscartienealas -, asegura que perdura su alma. Cabrera considera que cambió por completo la isla, y que hay pocos ejemplos en el mundo de que una sola persona pueda influir tanto en el entorno (nombrado Reserva de la Biosfera en todo su conjunto, un hecho insólito). Algo que en su opinión no hubiera sido posible sin políticos como Pepín Ramírez, que le dieron el respaldo necesario. Quizá esa sea la clave: el caldo de cultivo favorable. Ahora, que el sueño de Manrique muera o no, depende de lo que quieran los políticos.

Una pintada en El Almacén

El color rojo de las correcciones lo señala claro: Mentira. Hace referencia a los trabajos de reforma de las instalaciones del emblemático centro cultural que fundara el artista César Manrique en febrero de 1974 con su propio dinero. Logró convertirlo en un referente cultural más allá de la isla, pero tras varias fases de declive, acabó por cerrar en 2009. Pérez Cabrera responde a la pintada y la desmiente. Las reformas se terminaron, "podríamos entrar ahora y empezar a funcionar", dice el consejero, pero no acaba de abrirse por "trámites administrativos".

A falta de un epicentro cultural en Arrecife, la reapertura de este espacio contribuiría a animar la capital de Lanzarote. Como recordaba en una entrevista reciente uno de sus cofundadores, el artista canario Pepe Dámaso, El Almacén ya lo fue en su día cuando estaba considerado "el alma de la cultura y gran referente de las artes escénicas y de la vanguardia en la isla".

On assignment in the Canary Islands @wsj @wsjoffduty

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