La repetición de las elecciones generales el próximo 26 de junio tendrá consecuencias políticas, pero también económicas. Si, como ocurrió en la primera reunión celebrada entre los partidos políticos para acordar ajustar el presupuesto, no se llega a un acuerdo para reducir el coste de los próximos comicios, el Estado tendría que asumir una nueva inversión de 130 millones de euros.
Aunque el desglose aportado por el Ministerio del Interior tras el 20 D indicaba que las Administraciones Públicas fueron las que se llevaron la mayor parte del presupuesto - 55,1 millones - los ciudadanos ya se han puesto manos a la obra para intentar recortar en aquello que consideran prescindible: el mailing o buzoneo de papeletas electorales - uno de los principales escollos de las negociaciones.
Siguiendo la fórmula del copia y pega, se han compartido a través de WhatsApp y Facebook varias versiones de un mensaje que pide a los políticos que eliminen por completo la publicidad electoral que se deposita en los buzones:
¡NO quiero ni un solo sobre con publicidad y papeletas electorales!
Ya las cogeré en el colegio electoral. ¡¡¡Y, menos aún, cuando sé que esto costó 140 millones de Euros!!!
Propongo que todo aquel que este de acuerdo, pegue esto en su muro. A ver si se hace viral y se enteran los partidos.
Mejor invertirlo en ayudar a familias, en sanidad abriendo quirófanos, en investigación... invertirlo en algo que SI merece la pena y no en llenar nuestros buzones de papeletas que acabarán en la basura.
COPIA Y PEGA".
Además de este mensaje copiado y compartido directamente en los muros de Facebook, en las últimas horas se ha popularizado una fotografía de un cartel pegado en la puerta de una casa que pide, expresamente, que no dejen "ni un solo sobre de publicidad y papeletas electorales. Al partido que las deje", dicen, "NO le votaremos por el hecho de contribuir al gasto de 140 millones de euros". Una petición que han difundido desde esta cuenta de Facebook 1.800 personas en tres días.
El despilfarro en publicidad es un motivo de enfado recurrente de los ciudadanos durante las campañas electorales que se ha materializado también en una campaña en la web Change.org. Esta misma semana revivía en Internet una escena de la película Amanece que no es poco en la que el alcalde decía que no quería ver ni un cartel porque, como ocurre ahora en España, las caras de los candidatos eran de sobra conocidas por todos.