Desde que Steve Jobs presentó el primer iPad han pasado más de 6 años. Una eternidad en el mundo de la tecnología. Las tabletas han evolucionado desde entonces, pero sigue sin estar claro para qué sirven exactamente. Sobre todo teniendo en cuenta que cada vez es más común usar teléfonos con pantallas de más de cinco pulgadas. Al fin y al cabo, una tableta es, para muchos, un dispositivo casi idéntico a un teléfono, aunque dotado de una gran pantalla.
Esto último tiene bastante importancia. Sobre todo en un momento en el que las tabletas con pantallas de 9 o 10 pulgadas pesan con frecuencia mucho menos que las que se lanzaron hace años. Además, el descenso de las ventas de tabletas -son un producto con un ciclo de renovación muy inferior al de los móviles- ha propiciado que la última estrategia de los fabricantes sea lanzar tabletas profesionales. La idea es que estas puedan sustituir a un PC.
El problema es que los sistemas operativos Android de Google e iOS de Apple, los más populares en dispositivos móviles, no están completamente maduros para lograr tal cosa. Además, muchos siguen echando en falta el viejo ratón si tienen que trabajar más de una hora con una tableta. Aquí te damos algunas pistas para que le saques todo el partido posible a la que vayas a adquirir o a la que ya tengas.
¿Para qué puedo usar mi tableta?
1. Consultar mapas y datos de un viaje. Si salimos de viaje y tenemos que echar mano con frecuencia de mapas y de información útil, una pequeña tableta es mucho más útil que un móvil. No solo porque su pantalla es mayor, también por la duración de su batería. Hay que tener en cuenta que las limitaciones de las baterías de los móviles hacen que sea casi utópico lograr que aguanten un día entero si los usamos para hablar, consultar información de internet y, además, hacer fotos. Si empleamos una tableta sin tarjeta SIM, podemos guardar la información que nos interese en la memoria del aparato para no depender del WiFi. Por ejemplo, Google Maps permite descargar un mapa del área que le indiquemos para poder consultarlo sin conexión a internet.
2. Elaborar recetas de cocina. En la cocina, una tableta puede ser muy útil si queremos elaborar recetas siguiendo los pasos que indique una aplicación o un vídeo. Sobre todo si la acompañamos de un protector que evite que se dañe por alguna salpicadura o por una caída. También será clave que cuente con unos altavoces lo suficientemente potentes como para que escuchemos las explicaciones que se nos van dando.
3. Leer y corregir textos que has comenzado a escribir en un ordenador. Cuando se lanzó el primer iPad, una amiga lo compró y le pregunté si de verdad era interesante aquel trasto. Su respuesta fue que era el mejor invento que existía para evitar dolores de espalda. Tenía razón. Las tabletas han logrado que podamos abandonar la mesa del ordenador para leer textos e incluso realizar correcciones de documentos que hemos comenzado a escribir en el ordenador. Para ello, lo mejor es guardarlos en la nube. En mi caso, siempre escribo con Google Docs en el ordenador y luego corrijo sentado en el sofá usando la tableta o, mucho más laborioso, en la pantalla de mi móvil de cinco pulgadas y media.
4. Tomar notas con un puntero. Si adquirimos una tableta compatible con un lápiz óptico de calidad podremos tomar notas con ella mucho más fácilmente que con un teléfono. De hecho, no es descabellado usarlas como cuadernos. Hay varios punteros precisos en el mercado, por lo general dotados de conexión Bluetooth, y algunas marcas, como Samsung, lanzan tabletas con punteros de serie suficientemente precisos para escribir.
5. Controlar una cámara avanzada. Cada vez son más los fotógrafos que, a la hora de hacer ciertas fotos o vídeos que requieren de planificación y cierto tiempo, utilizan tabletas para controlar a distancia sus cámaras y ver las imágenes que estas captan. Para ello es imprescindible que la cámara cuente con conexión WiFi y una aplicación específica. La gran ventaja de una tableta para hacer una foto o revisar sobre la marcha las que hayamos hecho es que es mucho más sencillo observar si la imagen está perfectamente enfocada o si hay algún elemento que nos moleste al encuadrar.
6. Transformarla en un miniordenador con ratón y teclado. No es necesario gastar demasiado dinero si deseamos tener una tableta que nos permita usarla para hacer las funciones básicas de un ordenador, bien sea escribir un texto largo, usar una hoja de cálculo o responder muchos correos electrónicos. Si recurrimos a alguna de las tabletas que usan Windows 10, podremos fácilmente usarlas con un teclado y un ratón inalámbricos. Aunque Windows no es el mejor sistema operativo para tabletas, su última versión ha mejorado mucho en este sentido y es la mejor preparada para usarla fácilmente con ratón y teclado. Aunque, eso sí, conviene que la tableta en cuestión cuente con una pantalla de al menos 9 pulgadas para no dejarnos la vista buscando el puntero. Si queremos disfrutar de la misma experiencia que con un PC, podemos optar por las tabletas Surface de Microsoft, aunque su precio es algo mayor que la mayoría de las que existen en el mercado.
7. Jugar en (buenas) condiciones. Si queremos jugar, una pantalla de grandes dimensiones siempre es mucho mejor que una pequeña. Hay que tener en cuenta que la pantalla no es el único canal que podemos utilizar para controlar el juego con la tableta. Xiaomi, por ejemplo, dispone un mando que por unos 20 euros se conecta vía Bluetooth y permite disfrutar de juegos adaptados para estos periféricos.
8. Editar fotos profesionalmente. Cada vez vemos más fotos en pantallas sin apreciar su calidad. Eso se debe a que las pantallas de los teléfonos móviles, incluso las más grandes y de mayor resolución, nos impiden ver aspectos expresivos, como por ejemplo la zona que se ha elegido enfocar, o pequeños elementos que pueden pasar desapercibidos. La cosa cambia cuando usamos una pantalla de gran tamaño y resolución, sobre todo si esta supera los 1920x1080 puntos.
Existen numerosas aplicaciones de fotografía para móviles, pero estas no son tan avanzadas ni tan sencillas de usar como algunas pensadas para tabletas. Uno de los mejores ejemplos de esto es la versión para tabletas de Lightroom, un programa de edición fotográfica profesional que nos permite fácilmente editar fotos realizadas con la cámara de otro dispositivo transmitiéndolas por WiFi.
9. Escuchar música. Una pantalla de gran tamaño es mil veces más práctica para poner música que una pantalla pequeña: es más sencillo gestionar listas de reproducción, ver la letra de una canción o incluso marcarse un karaoke con una pantalla grande. También si queremos disfrutar de imágenes de acompañamiento, como sucede cuando pinchamos música de YouTube. Además, algunas tabletas incluyen altavoces que no están mal. Mejores que los de muchos móviles.