Los medios informan este miércoles de la detención de cinco monitorias alemanas por un presunto delito contra el orden público al haber organizado una acción callejera que provocó el pánico el martes por la noche en Platja d'Aro (Girona). Un grupo simuló la aparición de un famoso tras el que corrieron en un intento de hacerse fotos y hablar con él. Las falsas carreras, acompañadas de palos selfi, pistolas de juguetes y gritos provocaron una estampida cuando muchos pensaron que se trataba de un atentado. Ellas aseguran que solo era un flashmob. ¿A qué se refieren?
Flashmob viene de la suma de los términos flash, destello, y mob, multitud. Se trata de encuentros públicos fugaces en los que un grupo de gente se reúne de forma súbita para hacer una acción conjunta, a menudo absurda, y dispersarse inmediatamente después. Tienen que ver con el entretenimiento y la expresión artística y no con otro tipo de reuniones como protestas o concentraciones políticas, aunque su popularidad ha pervertido su esencia y se utilizan tanto para esos fines como con objetivos publicitarios.
Estas actuaciones son un fenómeno muy ligado a internet: las convocatorias se hacen a través de mensajes de texto, las redes sociales y los emails. El primer flashmob lo organizó en 2003 en Manhattan el editor de Haper's Magazine Bill Wasik, que los describe como "un experimento social" y "una demostración de lo que puede hacer la tecnología" para viralizar un mensaje y que una convocatoria se haga masiva.
Su primer intento de flashmob fue un fracaso, porque la policía lo interceptó. En el segundo, pocos días después, logró reunir a un grupo de unas 130 personas en la sección de alfombras de Macy's, los grandes almacenes neoyorquinos. Decían que estaban allí para comprar una "alfombra del amor" para su comuna. Siguieron otros como la invasión de una zapatería en Soho o un canto colectivo imitando a pájaros en Central Park. Como recogió CNN en agosto de ese mismo año, el fenómeno se extendió rápidamente a otros lugares de EEUU y del mundo. A España también llegaron, y se han utilizado tanto para celebrar la llegada de la primavera en Barcelona, reivindicar la independencia de Cataluña o difundir la danza bailando salsa en Madrid o flamenco en Sevilla.
Estas son algunas de las clases de flashmobs más populares:
La congelación repentina: a una hora deteminada, los participantes de la actuación se paralizan, para sorpresa y estupefacción de quien no sabe nada. Pasado unos minutos continúan con lo suyo como si nada. Un flashmob de este tipo que se hizo muy viral fue el que organizaron en la estación de tren Grand Central de Nueva York (EEUU) en 2008, que han visto más de 35 millones de personas en YouTube. Un año antes se había hecho uno similar en un supermercado en Manchester (Reino Unido) en 2007 (casi 10 millones de visualizaciones).
Los bailes: alguien empieza a dar unos pasos aparentemente de forma improvisada y de repente se le van uniendo otros para bailar sincronizados una coreografía. Uno de estos flashmobs, convocado para el lanzamiento de la 24ª temporada del programa de Oprah Winfrey, reunió a más de 21.000 personas.
De este tipo es también el de la estación central de Amberes, donde los participantes interpretaron uno de los míticos temas de Sonrisas y Lágrimas. Lo organizó la televisión belga VTM y está en casi todas las listas que recogen los mejores flashmobs.
El Harlem Shake, el baile que se convirtió en un fenómeno viral en 2012, proporcionó una de las coreografías más sencillas para estas perfomances. Lo usaron por ejemplo para animar a los jugadores del equipo de baloncesto de la Universidad de Maryland.
Las canciones. Funcionan igual que los anteriores, con un cantante solitario a quien se van uniendo otros. Alphabet Photography organizó uno en 2010 en un centro comercial con cantantes de coro. Ha acumulado casi 50 millones de visitas.
En España el programa de radio Carne Cruda llevó un poco de música a la cola del paro en una oficina del INEM de Madrid. Era enero de 2013 y el vídeo lleva casi 2 millones de reproducciones en YouTube.
Las peleas. Las de almohadas son un clásico, como esta de San Francisco. Pero también hay otras como la de sables de láser de Star Wars en un centro comercial de Bristol, en Reino Unido.
Las sorpresas. Hay quien se lo curra bastante personas para organizar sorpresas de cumpleaños, para una pedida o durante una boda: