"Si tu relación de pareja va bien, es que no entrenas lo suficiente". Esta frase, un meme recurrente entre deportistas de fondo, pretende reflejar que no es sencillo compaginar una relación con una vida deportiva intensa. Supone sacrificar ratos libres para entrenar, cambiar horarios, hábitos... E incluso en algunas ocasiones enfrentarse a casos de adicción. La solución puede ser compartir la afición, como es el caso de muchos atletas olímpicos como nuestros yudocas Sugoi Uriarte y Laura Gómez. Pero, hasta sin compartir con el cónyuge el gusto por el sudor y cansancio, se puede: millones de deportistas con pareja en el mundo así lo demuestran.
A falta de un monumento en homenaje a todas las personas que sufren el día a día de los locos del deporte –y los que se atreven a compartir sus locuras–, hemos preparado esta lista de 18 cosas que solo ellas entenderán.
1. El efecto "viudo por un minuto": despertar una mañana y sentir con extrañeza que estás solo en la cama. Luego recuerdas que es domingo y tenía partido. O competición. O rodaje largo.
2. La azarosa circunstancia que hace que vuestras vacaciones coincidan, siempre, con algún evento deportivo.
3. Os hace falta un cajón extra en el armario: además de uno para calcetines y otro para bragas y calzoncillos, es necesario un tercero para tobilleras, rodilleras, bolsas de calor y frío...
4.El deporte de los días de descanso. Esos días no se entrena, pero sí se hace ejercicio. Guiño, guiño.
5. Los números de teléfono más marcados en su móvil son: sus padres, su entrenador, su fisioterapeuta y tú.
6. Su “efecto fresa-nata” en piernas y brazos (y quién sabe si cara) en cuanto empieza el calor.
7. El grupo de WhatsApp con su equipo que tiene siempre más de 50 mensajes sin leer. Siempre, aunque lo acabe de mirar.
8. Las tablas con cosas como 3 x (2 x 400 + 200 + 100 ´1)’3 que llenan el escritorio del ordenador. Y eso que no tiene ni idea de matemáticas.
9. La agridulce alegría del olor del Reflex. Significa que se ha lesionado y estará de mal humor unos días, pero también que habrá más días de descanso. Guiño, guiño.
10. La sensación de que ha podido secar varias cuencas hidrográficas entre lavadoras de ropa sudada, duchas y contrastes de agua fría/caliente.
11. Vuestras comidas son fantásticas cuando regresa de competir: un chuletón ("¡genial, proteínas!"), un postre gigante ("¡genial, glucosa!"), un plato gigante de pasta ("¡genial, carbohidratos!")...
12. Reconoces el nombre de, al menos, cinco lesiones musculares sin haber sufrido ninguna de ellas. Y sabes cómo se tratan.
13. Has dejado de asustarte cuando lo encuentras en el suelo en alguna postura rara. Está estirando, o haciendo yoga, o pilates. O algo.
14. Sus cuentos favoritos son Blancanieves, Pulgarcito y ese que te cuenta los domingos: Salgo con la bici, en una hora estoy aquí.
15. Saber que no se depila por ti. Se depila para el masajista.
16. Ya no te preocupas por los regalos de cumpleaños: un par de zapatillas te hace quedar bien siempre. Salvo si hace deportes acuáticos, claro. En ese caso, aletas.
17. En vuestra casa se gastan más de dos paquetes de pasta tamaño "familiar" a la semana. Y tú no te los comes.
18. Los trapos para el polvo son trozos de equipaciones de otros años. Si es corredora o triatleta, son camisetas de carreras en vez de equipaciones.