El 'Día del Burkini' en una piscina francesa genera polémica sobre la libertad de la mujer musulmana

La asociación que había organizado el evento lo ha borrado de Facebook tras el debate suscitado

Una mujer posa con un 'burkini'

La ONG francesa Smile13 había programado para el próximo 17 de septiembre el Día del Burkini, dentro de las actividades que desarrollan para mujeres y niños. Una iniciativa para que las mujeres que lo deseasen acudieran al centro acuático Speedwater Park de Pennes Mirabeau, cerca de Marsella, ataviadas con esta prenda que cubre todo el cuerpo.

La cita, publicitada a través de Facebook -en la página de la ONG y en la del parque acuático- ha generado una importante controversia en las redes sociales y un nuevo debate en Francia sobre el uso del velo. La polémica ha sido tal que puede que esta jornada no llegue a celebrarse.

Captura del cartel con el que se anunciaba el evento en Facebook

En la información del evento -en el que se habían inscrito 169 personas y que ha sido eliminado en la mañana del viernes 5 de agosto- se explicaba que durante esta jornada las mujeres podían disfrutar en exclusiva de las instalaciones. Solo se permitiría su entrada y la de niños menores de 10 años. Como parte del personal del centro son hombres se aconsejaba que fuesen tapadas desde el cuello hasta los pies, "con lo que suele conocerse como burkini". 

Usuarios anónimos y líderes políticos han considerado que, aunque no vulnera la ley francesa al tratarse de un evento privado, la iniciativa de esta asociación atenta contra los derechos de las mujeres y respalda conceptos defendidos por los islamistas radicales. Una de las frases más polémicas, recogida en Twitter por Stephane Ravier, alcalde del distrito 7 de Marsella, ha sido que "el objetivo del burkini es precisamente no provocar ya que se trata de un look holgado". El también integrante del partido de extrema derecha Frente Nacional, compartió un pantallazo del comentario en su tuit, pero al haber sido eliminado el post inicial no es posible comprobar el contexto en que se realizó. El alcalde de Béziers e integrante del Frente Nacional, Robert Ménard, y la diputada del partido conservador UMP, Valérie Boyer, también se ha mostrado críticos con la convocatoria.

"Para la asociación organizadora, no llevar un burkini incita a la violación...¡Típico discurso islamista!"

"Es el momento de explicar a estas personas que Francia no es un reino árabe en el siglo X"

"La asocación #Smile13 intenta justificar el uso de velo y del burkini. ¡No, nosotras no somos impuras!"

Por su parte, Michel Amiel, senador socialista y alcalde de Les Pennes Mirabeau -lugar en el que se encuentra el parque- ha asegurado a medios locales que intentará aprobar una ordenanza para prohibir el evento. Otros líderes socialistas, sin embargo, se han pronunciado al respecto para señalar que no había nada ilegal en el evento. Es el caso del diputado Patrick Mennucci que en un tuit señalaba: "¿Bañarse vestido es un delito en Francia? No. Organizar un evento privado está autorizado. Así que esta es una polémica antimusulmana más".

"¿Bañarse vestido es un delito en Francia? No. Organizar un evento privado está autorizado. Así que esta es una polémica antimusulmana más"

En declaraciones a la Agencia de noticias EFE, Mélisa Thivet, tesorera de Smile 13, ha señalado que a raíz de la polémica han recibido mensajes violentos - "Empezamos a estar preocupados, pero creo que a nivel político se encontrará otro tema del que hablar de aquí a unos días"- y ha explicado que su iniciativa está destinada a aquellas mujeres que por sus convicciones religiosas u otro motivo no quieren mostrar su cuerpo en público al bañarse. En su web Smile 13 se define como una asociación sociocultural que presta ayuda a mujeres y niños. El evento ha desaparecido de su página de Facebook pero la ONG no ha confirmado que haya sido desconvocado. En las últimas horas han compartido la reflexión del abogado franco-argelino Karim Achoui sobre la libertad de participar en el acto.

Francia aprobó en 2010 una ley para prohibir usar prendas en los espacios públicos que ocultasen el rostro. Una norma en contra del uso del burka o el niqab, que respaldó más tarde el Tribunal Europeo de Derechos Humanos al considerar que taparse del todo el rostro podría amenazar la convivencia de los ciudadanos.