El 83% de la población vive bajo cielos velados por la contaminación lumínica, como contaba hace poco Materia. Aunque la luz artificial impide observar el firmamento hay quien se resiste a vivir sin estrellas y se escapa a lugares remotos a contemplar el espectáculo diario del universo. Como Sriram Murali, autor del vídeo en time-lapse Lost in Light, que lleva 80.000 reproducciones en Vimeo desde que lo subió el 15 de agosto.
Este analista de Google de 31 años se empezó a apasionar por la astronomía cuando vio un documental de National Geographic en 2009. Un año después vio por primera vez en su vida un cielo estrellado, en el parque nacional de Yosemite en California (Estados Unidos), y quedó impresionado. "No había visto nada igual", cuenta a Verne. "Bajo las estrellas te sientes insignificante, olvidas todos los problemas y te preguntas qué hay ahí fuera".
Junto a su esposa Priya, Murali comenzó a viajar a más parques naturales a observar el firmamento y, desde enero de 2015, a fotografiarlo. "Hoy en día tienes que recorrer largas distancias para ver cielos deslumbrantes", dice. Al final del trayecto, cuando levantas la mirada hay premio:
Los cielos más impresionantes los encontró en las remotas Dunas de Eureka, en el parque natural de Death Valley, también en California. A pesar de las fuertes rachas de viento, las tormentas de arena y el miedo a escorpiones y serpientes venenosas, Murali lo describe como "una de las mejores experiencias" de su vida. "La Vía Láctea brillaba tanto que proyectaba sombras; podía andar por la noche sin necesitar luces", recuerda.
Estas imágenes muestran cómo cambia el cielo paulatinamente a medida que nos alejamos de la contaminación lumínica y baja el nivel de contaminación:
"El cielo de noche nos devuelve a lugar en el universo, nos hace conectar y nos da identidad. La astronomía es una experiencia que nos enseña humildad", opina Murali, que lo vive casi como una experiencia mística para recuperar la perspectiva: "Nos recuerda ser amables e indulgentes unos con otros y que hay que cuidar el mundo".
Para escapar del velo de luz artificial que tapa las estrellas, este fotógrafo aficionado utiliza sobre todo dos herramientas que calculan el nivel de contaminación lumínica con imágenes de satélite. Son Dark Site Finder, un mapa interactivo que identifica las zonas en sombra (en Bélgica y Países Bajos, se pueden olvidar de intentarlo incluso si las nubes les dan un respiro), y Clear Sky Chart, solo disponible para América del Norte. Después de varias horas de preparación toma las imágenes en time-lapse que se ven en el vídeo durante unas tres horas.
En una página web que lanzó pocos días antes de publicar Lost in Light, Murali publica sus fotos y un diario de sus viajes para cazar estrellas, que hasta ahora solo compartía en Instagram. Para conseguir imágenes tan impresionantes como las suyas recomienda "práctica, paciencia y sobre todo, pasión".
El autor no esperaba la enorme respuesta que está teniendo su vídeo. Solo pretendía expresar lo que llevaba tiempo sintiendo: "Que a la gente no le importa lo suficiente ver las estrellas, y si nos importase más, cambiaría nuestra percepción del mundo".
Lo bueno, dice, es que ha conseguido que se hable más sobre la contaminación lumínica. "Quizás un día consigamos ver más estrellas", espera optimista. Hasta entonces, él seguirá escapándose a donde pueda disfrutarlas.