Así es Rodrigo Duterte, el presidente filipino que ha llamado a Obama "hijo de puta"

Bromeó sobre la violación y muerte de una misionera, anima a matar a drogodependientes y amenazó con comerse vivo a terroristas

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tenía previsto reunirse en Laos este martes con su homólogo filipino, Rodrigo Rody Roa Duterte. Estados Unidos decidió sin embargo cancelar la entrevista después de que el mandatario asiático llamase a Obama "hijo de puta", por criticar su plan de lucha contra la droga. Después de conocer la anulación del encuentro Duterte lamentó que el dirigente estadounidense se hubiese tomado sus palabras "de manera personal".

¿Quién es este hombre que insulta así a un presidente de EE UU? Estos son 17 datos para hacerse una idea sobre el dirigente del Partido Demokratiko Pilipino-Lakas ng Bayan (la fusión entre el Partido Democrático Filipino y El Poder del Pueblo), un partido que se autoproclama socialista demócrata centrista.

1. "Hijo de puta" y "jódete" son dos calificativos habituales en su vocabulario. El papa Francisco (por causar atascos con su visita), el secretario de Estado y el embajador estadounidense en Filipinas, John Kerry y Philip Goldberg, respectivamente, la ONU y varios de sus dirigentes, entre ellos Ban Ki Moon, han sido algunos de los nombres a los que ha dirigido estos insultos.

2. En su programa semanal de televisión están previstas sus amenazas y palabrotas. El candidato republicano Donald Trump parece un moderado al lado del filipino. Su emisión semanal se graba con antelación para poder poner un sonoro biiiiip que tape sus exabruptos.

3. Es tan bestia que bromeó sobre la violación y muerte de una misionera australiana. “Me enfadó mucho que la violaran, eso es una cosa. Pero ¡era tan guapa!… El alcalde tenía que haber sido el primero. ¡Qué desperdicio!”, dijo el pasado abril sobre el suceso que ocurrió durante un motín en la cárcel de Davao en 1989. El alcalde al que se refería, por cierto, era él mismo. Tras las numerosas críticas se disculpó y reconoció: "A veces me sale lo peor de mí por la boca".

4. La diplomacia no es su fuerte. En febrero dijo que se enfrentaría a los conflictos de Filipinas con Pekín sobre el Mar del Sur de China así: "Iré hasta allí con mi propia moto de agua, llevaré mi propia bandera y un palo y una vez que desembarque, plantaré la bandera y gritaré a las autoridades chinas '¡Matadme!'". Desde entonces se ha calmado con China, pero en el pasado también tuvo lo suyo con Singapur. En 1995 quemó su bandera para protestar por la ejecución de una mujer de la limpieza filipina allí. "Que os jodan... Sois una guarnición que se cree un país", dijo mientras ardía el estandarte.

5. Muchas de estas lindezas las dijo en su campaña electoral. Su oponente le comparó con Hitler y advirtió de que el dirigente nazi también había llegado al poder con elecciones democráticas. A pesar de todo, el discurso de mano dura de Duterte contra la corrupción, la delincuencia y el narcotráfico convenció a sus paísanos, que le dieron el 40% de los votos en las elecciones del pasado mes de mayo.

6. Le llaman El Castigador y Harry el sucio. "Cuando sea presidente daré órdenes a la Policía y al Ejército de buscar a esa gente y matarlos a todos", "olvidad las leyes de derechos humanos", "voy a descuartizar criminales delante de ustedes si así lo desean" o "mataría a mis propios hijos si fueran drogadictos", son algunos de los mensajes que lanzó en su campaña, cuando presentó un plan de seis meses que incluía ejecutar a 100.000 personas.

7. Como alcalde practicó con sus "escuadrones de la muerte". En los 22 años en que fue primer edil de Davao, en la isla de Mindanao, logró erradicar la violencia con métodos muy criticados por las organizaciones de derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales o patrullas de paramilitares en busca de criminales. En esa ciudad, por cierto, le adoran.

8. Pidió a los filipinos que "en caso de conocer a algún drogadicto, lo asesinaran". Lo planteó en campaña casi como un acto de piedad, porque “sería doloroso pedirles a sus padres que lo hicieran”. Para él su plan antidrogas no vulnera los derechos humanos, porque no considera a los drogodependientes humanos. En campaña electoral prometió que ofrecería unos 100.000 euros por cada narcotraficante muerto.

9. Los narcos ofrecen hasta un millón de dólares a quien le asesine a él. “Si están en tu barrio, no dudes en llamar a la policía o hazlo tú mismo si tienes una pistola. Tienes mi apoyo”, ha repetido el presidente de 71 años por activa y por pasiva. Los señores de la droga han contestado poniendo precio también a su cabeza, según fuentes de la Policía cercanas al dirigente.

10. Ofreció 38.000 euros por delatar a policías. "Vended a esos amigos. Quiero que la Policía y las Fuerzas Armadas destruyan el aparato de la droga en este país", dijo en un discurso televisado. También amenazó a los agentes con un "ajuste de cuentas" si protegían a los traficantes. A los que obedezcan sus órdenes les ha prometido impunidad. "Siguiendo mis indicaciones no tendréis que preocuparos por consecuencias penales (...) Iré a prisión por vosotros".

11. Su vida sexual es bien conocida. Duterte alardea de que su intensa vida íntima, presume de haber tenido varias amantes y reconoce que es consumidor de viagra. Divorciado, vive con su pareja, Cielito Avanceña, y es padre de cuatro hijos y abuelo de ocho nietos.

12. Tiene un contencioso contra la Iglesia católica. En un país con un 80% de población católica su actitud liberal ante el sexo no es tan habitual. El dirigente ha defendido los anticonceptivos, la educación sexual -“soy cristiano pero también realista, tenemos un problema de sobrepoblación”- y los derechos de las personas LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales).

13. En dos meses ha matado a 2.400 drogadictos y camellos. De ellos, 929 han muerto en operaciones policiales y otros 1.507 en ejecuciones extrajudiciales, y las cárceles están saturadas. Ante las críticas de la oposición les ha sugerido que podrían correr la misma suerte que los delicuentes y ser asesinados. El insulto a Obama está relacionado con lo mismo: "Debe ser respetuoso, no me haga preguntas [sobre la lucha antidrogas]. Hijo de puta, le insultaré en ese foro", dijo Duterte sobre el líder estadounidense.

14. No entiende las denuncias de la ONU, si "solo han muerto 1.000 personas". Llamó "gay" e "hijo de puta" al embajador de la ONU en Manila y amenazó con echar a la "estúpida" organización internacional del país o marcharse ellos. "¿Qué problema hay? Estáis injeriendo en la política. Solo han muerto 1.000 y ponéis a mi país en peligro, en riesgo", dijo en agosto

15. "Os comeré vivos, crudos". Después de insultar a Obama cuando se encontraba en Vientián, la capital de Laos, prometió a la comunidad filipina residente allí que acabará con Abu Sayyaf, la rama de Al Qaeda que perpetró un atentado en Davao el pasado 2 de septiembre. "Si los tengo delante, puedo comer humanos. Abriré vuestros cuerpos. Dadme vinagre y sal y os comeré", recoge Inquirer.

16. Ha declarado el "Estado de emergencia", que otorga amplios poderes a la Policía y al Ejército. Tras el atentado terrorista proclamó el "Estado de anarquía", pero este lunes lo ha elevado con una proclamación que no necesita el apoyo del Congreso y que será de aplicación hasta que él decida retirarla, según informa Rappler.

17. Bate récord de popularidad. Pese a la violencia y las salidas de tono que emplea, la popularidad de Duterte se sitúa en el 91 %, la puntuación más alta recibida jamás por un jefe de Estado filipino.