Rita Barberá ha estrenado este martes su escaño en el grupo mixto del Senado. Su primera aparición desde que se diese de baja en el PP el pasado día 15 había generado expectación en la Camara alta, pero "a Rita nada le quita el sueño", como escribió la senadora por Tarragona de Podemos Celia Cánovas, que inmortalizó a la exalcaldesa de Valencia aparentemente durmiendo en su escaño.
El tuit con la foto de Barberá, que se negó a dejar su puesto como senadora después de que el Supremo decidiese investigarla por presunto blanqueo de capitales, ha logrado tener eco en redes. En menos de 24 horas se ha compartido más de 1.200 veces, ha dado lugar a comentarios y bromas y a noticias en varios medios que han ayudado a que la imagen viralizase. Cánovas, sorprendida por la repercusión de su tuit, prefiere no hacer más declaraciones al respecto pero fuentes de su entorno confirman a Verne que "la escena sucedió".
"No tenemos constancia de que fuese una siesta de una hora", explican, "pero cabezada hubo". Cánovas no estuvo pendiente tanto tiempo de Barberá como para estimar cuánto tiempo pasó con los ojos cerrados, añaden, y prefiere no darle más vueltas al episodio. "Nos preocupan más otras cosas que esta anécdota", zanjan las mismas fuentes.
El fotógrafo de EL PAÍS Jaime Villanueva estuvo también en el hemiciclo del Senado y pilló a Barberá en momentos como este.
"No la vi durmiendo", explica Villanueva, que estuvo entrando y saliendo del hemiciclo durante la sesión. Sí que la encontró "muy tranquila", acompañada a la entrada y la salida por varios guardaespaldas para mantener a la prensa lejos.
El fotógrafo también observó que Barberá se sentó dos o tres escaños más allá del suyo, para evitar estar sola, salvo cuando tocaba votar y tenía que volver a su sitio para hacerlo. A la hora de comer, según publicó El HuffPost, se unió a la mesa de sus antiguos compañeros del PP, incluído el expresidente de la Comunidad Valenciana Alberto Fabra.