La protesta contra el sexismo en la ropa infantil de Daisy Edmonds, una niña británica de ocho años, se ha convertido en uno de los vídeos más populares en las redes sociales en los últimos días. La semana pasada, la joven se grabó con ayuda de su madre en un Tesco de Swindon (Inglaterra), lamentando el contraste existente entre las prendas que las marcas catalogan para chicas y para chicos. En las camisetas femeninas puestas a la venta en el centro comercial se pueden leer mensajes relacionados con la belleza, mientras que las masculinas contienen palabras que invitan a la aventura.
La publicación cuenta con más de un millón de visualizaciones en el perfil de Facebook que su madre ha creado para Daisy y su hermana Lauren. Cada vez que alguien comparte el vídeo original en Twitter se generan miles de retuits.
"Guapa" y "Me siento fabulosa" frente a "La aventura en el desierto espera" y "Héroe". Son los mensajes que compara Daisy, mostrando a cámara las prendas ubicadas en la sección de niños y la de niñas. "Es injusto, porque todo el mundo piensa que las chicas solo tienen que ser guapas y los chicos aventureros. (...) ¿Por qué la ropa de niños y niñas tiene que estar separada?", se lamenta.
En el siguiente test, Verne compara el catálogo de prendas en España que algunas grandes cadenas de ropa con presencia internacional -H&M, Zara y C&A- ofertan en sus respectivas páginas web, divididas en categorías de niño y de niña. ¿Qué prenda es de chico y qué prenda es de chica?
Probablemente, hayas acertado casi todas las preguntas. Lo que destaca Daisy en su vídeo sobre la ropa de Tesco puede encontrarse en las prendas de otras multinacionales. Mientras que a las niñas se les invita a soñar, a los niños se les invita a explorar. Ambos términos son recurrentes en las prendas de diferentes tiendas de ropa.
Cuando los estampados se basan en objetos visuales en vez de en palabras, las camisetas y sudaderas masculinas muestran imágenes relacionadas al deport, los videojuegos y animales como lo osos pardos. Las femeninas, en cambio, recurren a princesas, osos panda -cercanos al estereotipo del peluche- y libélulas.
La reaccion de Tesco
Un post publicado en el Facebook de las niñas británicas explica la reacción a su vídeo de Tesco. La familia británica asegura que nadie contestó al mensaje que envió a la compañía a través de Twitter. "Cuando un periódico local se puso en contacto con ellos, respondieron con un mensaje agradeciendo la opinión. Luego nos enviaron un correo electrónico preguntando si podían enviar ropa a Daisy y asegurando que valoran su opinión", relata el texto, que destaca que el asunto no se limita a Tesco, ya que es un problema general de la moda infantil.
En el comunicado que un portavoz de Tesco envió a la prensa asegura: "Ofertamos un amplio rango de prendas adecuadas para niños y niñas y escuchamos los puntos de vista de nuestros clientes cuando revisamos nuestra gama de productos. Nos gustaría agradecer a Daisy por su opinión y le aseguramos que nuevos estilos llegarán a nuestras tiendas en breve".
Entre las reacciones en Twitter al vídeo viral, algunos usuarios destacan que la responsabilidad ante el sexismo en la moda también corresponde al comsumidor.
El Pink & Blue Project de la fotógrafa JeongMee Yong analiza porqué se asocia el rosa a las niñas y el azul a los niños. El estudio destaca que la diferenciación por sexos no responde a causas biológicas. De hecho, Estados Unidos no comenzó a emplear estos colores en las prendas para bebés hasta la Primera Guerra Mundial. En muchas ciudades se destinaba el rosa a los niños, un color cercano a la sangre, y el azul , considerado más delicado, a las niñas. El criterio se unificó en la década de los 80.
En el año 2012, se popularizó en internet el vídeo de una niña que protestaba por las grandes diferencias entre los juguetes dedicados a los niños y los dedicados a las niñas. A Riley no le parecía justo que los superhéroes fueran para ellos y las princesas y las cosas rosas para ellas.