Las supersticiones ‘sagradas’ para que te toque la Lotería de Navidad

"Tenemos un cliente que siempre entra dando un saltito para no pisar un escalón que le da mala suerte"

Entre las supersticiones más famosas está la de frotar el décimo en una calva (o incipiente calva) Getty Images

Por naturaleza propia, los humanos tendemos a aplicar normas racionales al caos. Los números premiados de la Lotería de Navidad dependen de qué azarosas bolas salen de los bombos. Algunos por creencia y otros, por si acaso, rechazan esta premisa, lo que rodea de supersticiones al sorteo más popular del año. En Verne, las analizamos con la encargada de la emblemática administración madrileña Doña Manolita, Concha Corona, al frente del negocio desde hace más de dos décadas: “La mayoría de las supersticiones tienen que ver con el boca a boca o con que tal año hacemos algo, lo que sea, y nos toca algún premio; las hay de todos los tipos”.

Hay que pagarla

La Lotería de Navidad no se regala. “Eso es así”, dice Corona con toda la contundencia que es capaz de transmitir. La tradición popular establece que no te puede tocar un décimo que no has pagado: “Es una de las supersticiones que más respeta la gente; si no pagas, no toca”. Hay otra situación que se repite hasta el exceso entre amigos y familiares. Es habitual que se atribuya el fracaso de un décimo colectivo a que uno de los participantes no haya pagado su parte antes el 22 de diciembre. “Todo el mundo tiene que poner su parte para no gafar el décimo”, añade Corona.

Frotar el décimo en el vientre de una embarazada

Entre las supersticiones más populares se encuentra la de frotar el décimo en el vientre de una embarazada. Desde la antigüedad, se considera que un ser vivo creciente dentro de otra persona es una fuente de buena fortuna. Eso sí, significa suerte para todo el que toca la barriga, pero no para la dueña de dicha tripa. La embarazadas deben tener cuidado por dónde pisan para evitar toda clase de infortunios para el bebé (son más vulnerables al mal del ojo, los antojos deben ser satisfechos, los eclipses son peligrosos…). “De todas las supersticiones sobre frotar el décimo, esta es la más extendida”, comenta Corona, una situación que se manifiesta en todo su esplendor cuando hay alguna embarazada en la cola de su administración “e incluso si hay alguna chica un poco rellenita”.

Frotar el décimo en calvas y jorobas

Aquí no hay un tierno bebé en crecimiento que justifique el ritual, pero lo aplicamos igual. En el caso de los calvos, solo hay que recordar a uno de los protagonistas más emblemáticos de los anuncios de la Lotería de Navidad. Clive Arrindell era el calvo más famoso de la televisión, protagonista del spot navideño de este sorteo entre 1998 y 2005. De la misma forma, se asume que frotar el décimo en una joroba da buena suerte. "Todo lo que sea frotar el décimo ilusiona a la gente", dice Corona.

Otros sitios en los que frotar

Los gatos negros, junto a los espejos y el número 13, están entre los peores enemigos de la buena suerte. Hay países en los que no hay viviendas con el número 13 en la puerta, así como aerolíneas que obvian dicha cifra para numerar las filas de asientos. Los espejos rotos significan siete años de mala suerte y los gatos, si son negros, son sinónimo de mal augurio. Sin embargo, los felinos toman otra dimensión si hablamos de Lotería de Navidad. La tradición estipula que frotar un décimo en el lomo de un gato negro da buena suerte. Cada administración esconde sus propias supersticiones sobre dónde frotar el décimo. “En nuestro caso, muchos piden que lo pasemos por el cuadro de Doña Manolita”, indica Corona.

Las administraciones más famosas

Doña Manolita, en Madrid, y La Bruixa D’Or, en Lleida de Sort (Lérida), son, posiblemente, las dos administraciones más famosas de España. Las colas para adquirir sus décimos pueden resultar interminables, con horas y horas de espera para adquirir uno de sus números porque supuestamente dotados con un extra de buena suerte. La Pajarita y el Doblón de Oro son otros enclaves emblemáticos en la capital, mientras que en Barcelona destacan El Gato Negro y Lotería Valdés. Lotería Sagasta es la más clásica de Sevilla, un título que recibe Ormaechea en Bilbao y Manises cerca de Valencia.

Cómo recibir tu décimo

Algunos acceden a la administración de Lotería como los futbolistas más supersticiosos al campo. “Muchos creen que se debe entrar con el pie izquierdo”, indica Corona, “y hay otros que van más allá; tenemos un cliente que siempre entra dando un saltito para no pisar un escalón que le da mala suerte”. Una vez dentro, el lotero debe tener cuidado al entregar el décimo: “Se debe dar con la mano derecha y que el comprador también lo coja con la derecha. Y bocabajo para que no se vea el número. Somos tan supersticiosos como nuestros clientes e intentamos respetar esas tradiciones”.

Fechas importantes

La terminación del décimo es otro de las socias de la buena suerte, según los supersticiosos. Nacimiento de hijos, aniversarios amorosos, grandes victorias deportivas y otras fechas señaladas son escogidas por muchos para imprimir más probabilidades de éxito a sus décimos. También es habitual la combinación de fechas, lo que resulta más sencillo en otro tipo de sorteos, como el Euromillones o la Primitiva. En la misma línea, algunos demuestran persistencia espartana cuando apuestan por el mismo número todos los años, toque o no toque.

Qué hacer después

Si no te ha tocado ningún premio, hay rituales que debes respetar para que la suerte no vuelva ser esquiva al año siguiente. “Los que no toquen no se pueden tirar. Eso no se debe hacer nunca”, aclara Corona, que apuesta por quemar los décimos sin fortuna: “Se pueden romper o quemar, pero nunca tirarlos”. Algunos inyectan una dosis de brujería a la opción con fuego. Para que toque, se recomienda hace una pira con los décimos que no han sido premiados y repetir tres veces mentalmente "que tus cenizas vuelvan a mí en forma de premio”.