Normalmente, un divorcio es un proceso difícil. Es un trance complicado para todas las partes implicadas, tanto para la pareja como para los hijos. Por ello resulta tan llamativa la celebración que tuvo lugar el pasado sábado en Berkeley (California, Estados Unidos) y que se ha hecho viral en los últimos días. Se trata de una fiesta de divorcio, con champán, canapés y recuerdos del evento, al más puro estilo boda, bautizo o comunión. Una de las hijas de la pareja divorciada tuiteó algunas de las imágenes del curioso evento, que ya acumulan 50.000 retuits y 160.000 me gusta.
El divorcio de mis padres se ha hecho oficial hoy, así que hemos celebrado una fiesta
Jeff Becerra y Michelle Mahoney se casaron hace 21 años, según explica en un mensaje a Verne la autora del tuit, Emma Becerra. "El sábado se oficializó el divorcio. La fiesta fue súper divertida, con comida, música y baile... Asistieron unas 50 personas, entre amigos y familiares", señala la estadounidense de 18 años. En las imágenes del tuit se aprecia el buen rollo al que Emma hace referencia, con tazas, postales y botellas con la foto de los recién divorciados estampada.
"Fue idea de mi madre. Querían mostrarle a la gente que siguen siendo amigos. Con este gesto, intentaron restarle incomodidad al proceso", añade Emma, a la que le encantó la idea: "Esta fiesta demuestra que no todos los divorcios tienen que ser un desastre. Mis padres se han separado sin problemas. Es una forma divertida de iniciar un nuevo capítulo de nuestras vidas".
Los buenos términos en los que ha finalizado la relación de la pareja se condensan en una de las imágenes del tuit viral, en la que un coche luce el lema por excelencia de las bodas, pero adaptado a una separación: "Recién divorciados". Emma ha enviado a Verne más imágenes de la fiesta, más allá de las que acompañan al tuit.
"No esperaba que mi tuit tuviese tantísimo éxito. Solo quería enseñarle las fotos de la fiesta a mis amigos, pero de forma repentina empezó a viralizar", dice Emma. Sus padres llevan varios años separados, pero el divorcio no se ha hecho efectivo hasta ahora. "Se han separado porque los dos sentían que el matrimonio ya no funcionaba. Ellos, mi hermana y yo seguimos haciendo vida de familia a todas horas. No hay mal rollo", comenta.
Por extraño que parezca, celebrar una fiesta de divorcio es una práctica cada vez más extendida. En Estados Unidos, este tipo de celebraciones se han popularizado desde hace varios años. Normalmente, cada miembro de la pareja tiene su fiesta particular con sus amigos, sin llegar a mezclarse como en el caso de Jeff y Michelle. Esta curiosa tradición también se va instalando en España poco a poco. Ya hay empresas que ofrecen sus servicios como organizadoras de fiestas de divorcios.