A Anthony van der Meer, un joven cineasta holandés, le robaron el móvil en 2015, pero no fue un hurto común: dejó que se lo robaran y, antes, instaló un programa de espionaje en el móvil. Con los datos del ladrón, sus conversaciones y movimientos, ha publicado un cortometraje llamado Find My Phone ("Buscando mi móvil"). En menos de una semana, ha superado los 3,5 millones de reproducciones en YouTube.
El cortometraje (para el que pueden activarse subtítulos en castellano), cuenta cómo Van der Meer prepara su teléfono de cebo. Utilizó la aplicación antirrobo legal Cerberus, que permite hacer fotografías, escuchar conversaciones y ver imágenes y contactos del móvil desde otro terminal. También modificó el sistema operativo para que la aplicación resistiera a un reinicio completo del teléfono. "Me tomó alrededor de un año la investigación", cuenta, Van der Meer por correo a Verne, "empecé a trabajar en el proyecto en 2014 y comencé a rodar un año después".
Después, permitió que se lo robaran dejándolo a vista en un bolsillo de su mochila, y empezó a seguir la pista al ladrón. Cada vez que este se conectaba a una red WiFi, el joven tenía acceso a toda su información.
Van der Meer, de 23 años, decidió elaborar el corto después de que le robaran un primer móvil hace dos años. Aquella vez no fue a propósito: "Cuando descubrí que mi teléfono había desaparecido, entré inmediatamente en Encontrar mi iPhone [una aplicación para buscar terminales perdidos]", cuenta. "Los pocos minutos que pudimos seguirlo junto a la policía fueron emocionantes, pero también fue decepcionante cuando el móvil se apagó".
De aquel primer robo, Van der Meer se quedó con dos lecciones: una, "lo mucho que todos compartimos en nuestros smartphones y cómo puede tener importantes consecuencias que alguien más tenga acceso". La otra, que "perseguir al ladrón, tratando de averiguar dónde estaba el teléfono, fue emocionante". Fue el germen de Find My Phone.
Tras los pasos del ladrón
Cuando comenzó el seguimiento de la persona que le había robado el teléfono, el joven reconoce que la sensación fue "extraña". "Casi parecía irreal poder echar un vistazo tan adentro de la vida personal de alguien", cuenta. "Conforme conocía al hombre comencé a tener lástima por él y a sentirme culpable".
Al final del documental, Van der Meer se encuentra con el ladrón. "Me sorprendí cuando lo vi en la vida real", explica. "No parecía que se viera a sí mismo como una mala persona, aunque sus acciones parecen contar una cosa diferente". La idea que se había hecho sobre él viendo el contenido del teléfono no se asemejaba a la realidad: "No parecía tan solo, triste y viejo como creía".
De 300 a 800.000 visitas en una noche
Para Van der Meer, el éxito de su documental "fue una gran sorpresa". "Me fui a dormir con 300 visitas y cuando me desperté ya tenía 800.000". El interés que ha suscitado, piensa el cineasta, se debe a que "muchas personas han sido víctimas de un robo y han fantaseado con lo que sucedió con su terminal".
De hecho, el documental del holandés no es el primer proyecto de seguimiento de un móvil robado: en 2013 se hizo bastante popular el Tumblr Life Of Stranger Who Stole My Phone ("Vida del extraño que robó mi teléfono"). En él, una joven alemana publicaba las fotos del chico que le robó el teléfono en Ibiza, que se subían automáticamente a la nube. El proyecto llegó a exhibirse dos años después en el Museo de Artes Aplicadas de Frankfurt.
Otro motivo por el que Van der Meer piensa que el vídeo se ha popularizado porque cuenta la vida de un ladrón. "Los ladrones casi nunca comparten sus historias, lo que los hace muy misteriosos", cuenta. "Mi intención era hacer una película que realmente mostrara las consecuencias que un teléfono hackeado pueden tener en una persona normal, pero sobre todo espero que la gente piense que es una historia interesante y emocionante".
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