Este faro helado no es un paisaje de 'Frozen', está en Michigan

La torre está en Saint Joseph, en la costa sureste de uno de los Grandes Lagos

Joshua Nowicki grabó el faro de su pueblo, Saint Joseph (Michigan, Estados Unidos) el pasado 15 de diciembre. El fotógrafo compartió en Facebook las imágenes del lago Michigan tan agitado e inmenso que parece el mar, azotando el muelle y el faro inmóviles, cubiertos de hielo. Para algunos la torre congelada evoca Las Crónicas de Narnia; para otros, la película Frozen. Al autor le parece más bien un "monstruo helado con una barba de hielo", según explica a Verne.

El vídeo de apenas 26 segundos lleva más de 1,5 millones de visualizaciones y se ha compartido más de 30.000 veces en Facebook. Para Nowicki esta popularidad repentina no es excepcional. Ya le pasó con unas fotografías con formaciones de arena modeladas por la erosión del viento y con otras en las que capturó el skyline de Chicago desde Michigan, a 96 kilómetros de distancia.

El faro de Saint Joseph se congela, según Nowicki, cuando hace temperaturas extremas y sopla el viento del norte con fuerzas de más de 40 kilómetros por hora. El fin de semana del 17 y 18 de diciembre las temperaturas bajaron hasta los -20 ºC. "Este año tiene una buena cantidad de hielo, pero otros años tiene más y se queda congelado durante meses", cuenta. Parece, según dice, que un aumento de las temperaturas y lluvias este fin de semana podrían derreterir la escena que hay ahora.

Hacer fotos del paisaje helado y nevado, con cuidado, es una de sus pasiones. Se pone varias capas de ropa y se lleva unas botas, gorro y ropa extra por si tiene que cambiarse. Para hacer la foto del faro, según cuenta, se puso además un traje de neopreno de invierno. Suele llevar también filtros UV de más y baterías que se pone cerca del cuerpo para que no se congelen.

Los faros son lugares que para Nowicki "representan la fuerza, la esperanza y la guía que ilumina incluso durante una tormenta". Vivir a poca distancia andando del de Saint Joseph le ha permitido ver su lado dinámico y observarlo bajo todo tipo de condiciones atmosféricas. "El faro me llama cada vez que el tiempo cambia, porque sé que me va a garantizar una experiencia nueva y cautivadora", dice en su blog.

Nowicki no es el único admirador de la torre -que se construyó en 1.859 en la costa sureste del lago-, especialmente en su versión cubierta de hielo.