"1939: Rechazamos refugiados. Murieron en Auschwitz. Nunca más". Ese es uno de los mensajes que se han podido ver estos días en las redes y en las calles contra la decisión del presidente de Estados Unidos (EE UU) de prohibir la entrada al país de refugiados procedentes de varios países musulmanes.
La resistencia contra el decreto que aprobó Donald Trump el pasado viernes se ha contagiado por todo el país y más allá de las fronteras estadounidenses. Los ciudadanos hacen frente al Muslim Ban (veto musulmán) como pueden y con lo que tienen a mano, desde sus voces y sus habilidades para hacer pancartas, o sus conocimientos profesionales hasta muestras de cariño a sus vecinos.
- El pueblo vs Trump: un Ejército de abogados acudió a defender a los detenidos. Entre los ciudadanos que corrieron a los aeropuertos a apoyar a los primeros detenidos por el decreto de Trump hubo un grupo que resultó especialmente útil: abogados voluntarios de varias organizaciones, como ACLU, la Facultad de Derecho de Yale, o el Centro Nacional de Derecho de Inmigraciones.
Docenas de abogados han estado trabajando voluntariamente en el Aeropuerto Internacional Bush. Algunos se quedaron hasta las dos de la madrugada.
Los letrados ocuparon mesas de establecimientos del aeropuerto y se sentaron en el suelo con sus portátiles para trabajar para liberar a los detenidos.
Literalmente, en el suelo. Abogados voluntarios trabajando gratis en sábado preparando peticiones de habeas corpus para los detenidos en JFK
Y ganaron. El sábado por la noche, los abogados de ACLU consiguieron llevar el tema ante una jueza que puso la primera traba al decreto presidencial.
El director ejecutivo de ACLU, Anthony D. Romero, sale del juzgado después de defender y conseguir el bloqueo del veto musulmán de Trump.
- Los aeropuertos se llenaron de espontáneos. Cuando empezaron a llegar las noticias sobre las primeras detenciones en los aeropuertos de personas procedentes de los países vetados, ciudadanos de Nueva York se fueron al aeropuerto a hacerse escuchar. Las protestas se extendieron rápido por todo el país y la gente, de todas las edades y religiones, no ha dejado de manifestarse desde entonces, también en las calles de más de 30 ciudades.
Trump congrega las mayores multitudes.
Ha venido más gente a la terminal 4 de JFK a protestar el veto musulmán de la que fue a la investidura de Trump.
Una imagen del fotógrafo del Chicago Tribune Nuccio DiNuzzo del aeropuerto de la ciudad recoge muy bien esa unión ciudadana contra el decreto del presidente. La foto, que en Twitter se ha compartido miles de veces, muestra a una niña musulmana de siete años en los hombros de su padre y a un niño judío de nueve, en los del suyo. En su pancarta la niña, Meryem Yildirim, proclama "Amor" y el niño, Adin Bendat-Appell, dice con la suya: "No hay sitio para el odio aquí".
Esto. Esto es una foto.
- Los taxis de Nueva York también dijeron 'basta'. Como ellos mismos dicen, la plantilla de taxistas de la ciudad es mayoritariamente musulmanta y sikh, "negra y marrón". En solidaridad con los refugiados y demandantes de asilo afectados decidieron hacer un paro entre las seis y las siete de la tarde en la terminal 4 del aeropuerto. En ese momento Uber anunció que no subiría sus tarifas ante la alta demanda de vehículos y el gesto -junto al hecho de que su CEO pertenece a un grupo de empresarios que asesora a Trump- se le volvió en contra, con un moviento en redes que pedía borrar su aplicación (#DeleteUber)
Ningún taxi en la cola de la terminal 4 de JFK.
- Financiaron la resistencia con 24 millones de dólares para pagar abogados (y pizza para los manifestantes). En paralelo a las protestas empezaron a llegar ayudas en forma de bebidas calientes para los que estaban a la intemperie y de comida para los abogados que trabajaron durante horas. Pero también se hicieron donaciones a las asociaciones de abogados a través de internet. Según ACLU, le han llegado 356.306 donaciones con 24 millones de dólares durante el fin de semana.
Alguien ha pedido cinco pizzas para que esta gente las reparta por aquí.
Abogados y su comida en su oficina improvisada en el aeropuerto de Dulles.
Hace frío y viento en la manifestación en JFK, pero una voluntaria ha traído un carrito con café para mantener a la gente caliente durante el largo camino.
- Los musulmanes rezaron en los aeropuertos y los demás los protegieron. La escena de manifestantes musulmanes arrodillados a la hora de la oración se ha repetido en los aeródromos de todo el país. En el de Denver los manifestantes de otros credos o ateos hicieron un muro humano a su alrededor para que pudiesen rezar en paz, protegidos de cualquier acoso.
Hoy, en el aeropuerto Metro de Detroit, los manifestantes hicieron hueco para que los musulmanes pudiesen rezar. Usaron las pancartas como alfombras para la oración.
Simplemente precioso. Musulmanes rezan en el aeropuerto de Denver mientras los manifestantes les protegen del acoso.
- También reunieron dinero para reconstruir una mezquita incendiada. Este fin de semana se quemó una mezquita de Victoria, en Texas. Los vecinos de la localidad y una petición online han recaudado casi un millón de dólares para volver a ponerla en pie, mientras el origen del fuego está siendo investigado.
- "Apoyamos a los refugiados y a nuestros vecinos musulmanes". En las redes sociales se han compartido los carteles que muchos ciudadanos han plantado en la calle para transmitir a sus vecinos musulmanes (pero también latinos) que son bienvenidos, por más que Trump vaya a por ellos.
En el cartel: "Una familia humana. Apoyamos a los refugiados y a nuestros vecinos musulmanes".
Pancarta en mi jardín delantero que ha estado puesta ahí durante meses pero alguien destrozó la semana pasada. Nuestros vecinos han comprado 75 más para unirse a nosotros.
No hace falta explicarlo. Nos encantan nuestros vecinos por poner este cartel en su jardín. La historia tras el cartel: https://t.co/i3Boh7iuWO
Me encanta el cartel que han puesto nuestros vecinos: "Los refugiados y migrantes son bienvenidos. No al veto a los musulmanes. No al muro en la frontera. Nuestra ciudad permanece en pie".
Mis vecinos son geniales. Un cartel de bienvenida para siete nacionalidades. ¡Estoy de acuerdo! "Bienvenidos iraquíes, sirios, yemeníes, libios, somalíes, sudaneses, iraníes".
- A los más pequeños les han recibido con cariño en la escuela. La entrada de un colegio en las afueras de Atlanta (Georgia) estaba llena este lunes de carteles con mensajes pensados para los alumnos. Allí estudian niños migrantes y refugiados y sus vecinos quisieron asegurarse de que se sentían como en casa. Todo empezó con un cartel, pero este fin de semana, como cuenta la CNN, varios niños y sus padres se reunieron para hacer más y los colocaron donde podían ser bien visibles. "No tengáis miedo", decía uno de ellos.
Un momento luminoso en una semana dura: Estoy tan orgullosa de que esta sea mi ciudad.
- En otros países la decisión de Trump también duele. La resistencia se ha extendido más allá de Estados Unidos. En Reino Unido miles de personas marcharon este lunes en varias ciudades para protestar contra la orden ejecutiva de Trump. En otros lugares de Europa, como Berlín (Alemania), también hubo concentraciones frente a la Embajada estadounidense. En Ámsterdam (Países Bajos) hay abogados voluntarios para ayudar a los afectados que tienen que volar desde allí a Estados Unidos.
Guau. Increíble el número de gente que ha acudido a la manifestación contra Trump en Londres. Contra el racismo y contra la complicidad de una débil, débil, débil Theresa May.
Protesta en Berlín frente a la Embajada de EE UU: "Desde Palestina hasta México, todos los muros deben desaparecer".
- Más de 1,7 millones de británicos no quieren que Trump pise su país. Una petición pública en la web del Parlamento pide al Gobierno que cancele la visita oficial de Donald Trump. Pese a la aclamación popular la primera ministra conservadora, Theresa May, no tiene intención de anular su invitación a su homólogo estadounidense.
A los ciudadanos se les han unido en sus protestas Administraciones y empresas. El sábado por la tarde el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, garantizó que los manifestantes pudiesen llegar a las protestas del aeropuerto. El Estado de Washington ha anunciado oficialmente que va a demandar al presidente por su decreto, y los fiscales generales de otros 16 Estados también se han declarado contrarios a la orden de Trump. Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha dicho que acogería a los refugiados rechazados y en Europa, dirigentes como Angela Merkel y François Hollande han pedido un cierre de filas de la UE. Las empresas de Silicon Valley también se han movilizado en contra del presidente.