En el futuro, quizás sea posible pasar las vacaciones de verano en Marte o ir a conocer los paisajes de Júpiter. Esta idea fue la que inspiró los carteles que publicó en febrero del año pasado el equipo creativo del Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA. El álbum, titulado Visions of the Future (Visiones del Futuro) imaginaba anuncios de una agencia de viajes espacial con una estética retro.
Este miércoles la agencia espacial estadounidense anunció el hallazgo de un sistema solar con siete planetas del tamaño de la Tierra. Tres de ellos podrían estar dentro de la llamada “zona habitable” y albergar vida, tal y como recogía este artículo de EL PAÍS. Aprovechando este descubrimiento, la NASA ha actualizado su colección de carteles añadiendo un viaje a uno de estos exoplanetas.
“A unos 40 años luz de la Tierra, un planeta llamado Trappist-1e ofrece unas vistas que te dejan sin aliento -dice la información sobre este hipotético viaje-: objetos brillantes en un cielo rojo, que parecen versiones más grandes y más pequeñas que nuestra luna. Pero no son lunas. Son planetas del tamaño de la Tierra en un sistema planetario espectacular. Siete mundos rocosos que se apiñan alrededor de su estrella roja, pequeña y tenue, como una familia alrededor de una hoguera”.
El texto añade que cualquiera de estos planetas podría contener agua, “pero el que mostramos aquí, el cuarto desde la estrella Trappist-1, está en la zona habitable, el área alrededor de la estrella donde sería más fácil encontrar agua líquida”. De hecho, el cartel apunta que este planeta ha sido “votado como la mejor zona habitable de vacaciones a 12 parsecs de la Tierra”. (Un pársec son 3,26 años luz).
Estos eran los demás carteles que proponía la NASA, comenzando por el Gran Tour, que ofrecía aprovechar que cada 175 años Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno están alineados.
Para Marte, la NASA imagina un viaje por los lugares que quizás un día se consideren históricos: misiones como la Mars Pathfinder y la Mars Science Laboratory “han proporcionado información acerca de hasta qué punto Marte podría ser habitable”.
La Tierra también es un destino interesante: la NASA vigila los cambios en nuestro planeta “para que siga siendo un refugio seguro a medida que lleguemos más lejos en el cosmos”.
Venus se ofrece como “el mejor sitio en el sistema solar para observar el tránsito de Mercurio”.
De Europa, el satélite de Júpiter, se recuerda que podría contener un océano de agua salada y líquida bajo el hielo. Tendría “el doble del volumen de los océanos de la Tierra”.
51 Pegasi b fue el primer exoplaneta descubierto (en 1995), es decir, fue la primera confirmación de otro planeta que giraba alrededor de una estrella. Tiene la mitad de la masa de Júpiter.
HD 40307g es el nombre de una “supertierra” o “minineptuno”, según se mire. Es otro exoplaneta en el que podría haber hielo y que tiene ocho veces la masa de la Tierra.
Ceres es "el objeto más grande del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, y probablemente tiene mucha agua bajo tierra".
La misión Juno tenía como objetivo observar las auroras de Júpiter desde las regiones polares.
Encélado es un satélite de Saturno que podría contener un océano (y vida).
Titán es la luna más grande de Saturno. Tiene una atmósfera densa y lagos y ríos de etano y matano líquido.
Kepler 16b es un exoplaneta que gira alrededor de un par de estrellas. Podría ser un gigante de gas como Saturno, por lo que es difícil que haya vida.
Kepler 186f es el primer planeta del tamaño de la tierra que se descubrió en la "zona habitable" alrededor de otra estrella. Podría haber agua líquida y, dado que su estrella es más fría y roja, si hubiera plantas, tendrían una paleta de colores muy diferente a la nuestra.
PSO J318.5-22 pertenece a una clase especial de planetas: son planetas interestelares, que no orbitan alrededor de estrellas. Podrían ser estrellas fallidas o planetas que fueron expulsados de un sistema solar al colisionar con otro planeta.