Lo que parecen ser cuatro imágenes distintas unidas por Photoshop es en realidad una sola fotografía, tomada por Béla Borsodi (Viena, 1966). Esta engañosa composición, creada en 2011, regresa de forma periódica a las redes sociales y foros digitales. El cuidado con el que el artista usa el color y su forma de colocar los distintos elementos que aparecen en ella son algunas de las claves para lograr este efecto óptico.
El austriaco creó la fotografía para ilustrar la portada del álbum de jazz electrónico de sus compatriotas VLP, titulado Terrain (2011). Desde entonces, el falso collage resucita una y otra vez en internet. Algunos miembros del foro digital Reddit le han dedicado hilos en junio de 2013, agosto de 2013 y marzo de 2016.
"Mis clientes suelen pedirme ahora que les haga una foto viral para sus campañas publicitarias. Pero no es mi intención crear virales por encargo; es una locura. Es necesario que la imagen tenga alma, y no puedes sentarte y decir: '¿Cómo hago esto para que sea un éxito en internet?".
Borsodi comienza a trabajar con un montón de objetos cotidianos.
Un montón de objetos cotidianos son la materia prima de la foto.
Jugando con líneas rectas, como la del flexo y la cinta azul colocada en la mesa naranja, el fotógrafo genera una ilusión óptica que divide la imagen en cuatro.
En busca de líneas rectas
Agrupar de forma estratégica los objetos por colores similares le ayuda también a crear la sensación de estar observando un collage de cuatro imágenes distintas.
El contraste entre los tonos rojos y anaranjados en la esquina inferior derecha y los azules y verdes de la parte superior derecha favorecen el efecto óptico
La composición está pensada para ser observada desde un plano frontal. Vista desde otra perspectiva, se descubre el truco.
El falso collage, visto desde otra perspectiva.
Así es el resultado final.
El resultado final.
Aunque Borsodi es consciente de que es imposible conocer una fórmula mágica, el austriaco analiza algunas de las claves que hacen que este trabajo atraiga continuamente la atención en redes sociales y foros digitales.
Es cercana
Borsodi, que vive en Nueva York, ha dedicado los últimos 15 años de su vida a crear naturalezas muertas en formato fotográfico. Construyó esta imagen con objetos cotidianos al alcance de cualquiera: un flexo, una caja de herramientas, un peluche, un cubo de plástico... "Ha enganchado a la gente porque sabe que podría haber ocurrido en su propia casa", comenta a Verne él mismo.
La diversión se contagia
Esta composición es colorista apela al hedonismo y a la diversión. "Me olvidé del mundo y de todo lo que me rodeaba mientras hacía esta foto. Se nota que me lo pasé bien en el proceso y la gente lo percibe. Por eso se siente identificada con ella", cuenta él mismo a Verne en conversación telefónica.
Mantiene la curiosidad infantil
En cierto modo, la composición funciona como un truco de magia, que genera sorpresa y atención, lo que su creador conecta con la infancia. "Aunque por supuesto he evolucionado en mi trabajo, sigo manteniendo esa curiosidad de cuando eres un bebé y exploras el mundo. Es la base de mi obra y por eso sigo haciendo cosas que hacía cuando tenía dos años", explica Borsodi.
Se comparte libremente
A pesar de que la imagen aparece en muchos perfiles de redes sociales y vídeos de YouTube, Borsodi no se muestra obsesionado con acreditar su autoría, por lo que no limita las posibilidades de: "Si tienes un hijo, deseas que tenga su propia vida, así que me parece genial que mis fotos circulen y que generen reacciones, sean buenas o malas".