Un detalle de los resultados de las primarias del PSOE llamó la atención de muchos en redes sociales: Pedro Sánchez cantó La Internacional durante su comparencia, como también hizo un grupo de militantes que estaba frente a la sede de la formación socialista. Sorprendía que se coreara una canción ligada desde su nacimiento a movimientos obreros y revolucionarios. Algunos veían un gesto poco propio del PSOE, mientras que otros apuntaban que lo mismo se califica de radicalismo si lo hace Podemos.
El himno incluso se ha colado entre las tendencias de búsqueda en Google del lunes por la mañana.
La estupefacción tiene cierta justificación: según el CIS de febrero, la mayoría de los españoles, un 55,6%, considera que el PSOE está entre el 3 y el 5 en el espectro ideológico, siendo el 1 la izquierda y el 10 la derecha. Por comparar, Podemos está entre el 1 y el 3, según el 65,9% de los encuestados, y el PP entre el 8 y el 10, a juicio de un 59,8%. Es decir, el PSOE no es el partido del que se esperan los puños en alto y cánticos como el de La Internacional.
Pero no se trata de un símbolo al que el partido haya renunciado. La Internacional es el himno de la mayoría de partidos socialistas y comunistas, además del de muchas organizaciones anarquistas. También es el himno oficial de la Internacional Socialista, organización mundial de partidos de izquierdas a la que pertenece el PSOE. “Nunca ha estado ausente en la historia del partido”, como recuerda a Verne el historiador Joan B. Culla.
De hecho, es habitual que algunos actos oficiales de esta formación cierren con el himno. Pasó por ejemplo en 2014, al final del Congreso Federal del PSOE que eligió a Pedro Sánchez secretario general (por primera vez). Quien lo presentaba era la propia Susana Díaz, que presidió el congreso. A partir del minuto 1:20:30, Díaz dice: “Compañeros, compañeras, antes de finalizar y como dice nuestro Secretario General, ‘unidos, juntos, fuertes’, cantemos La Internacional Socialista”.
En desuso, pero no abandonada
“Históricamente, ha sido siempre el himno del PSOE y de todos los partidos socialistas de Europa”, explica el historiador Joan B. Culla, que añade que no ha habido nunca intención por parte del partido de que esto cambiara. Lo que sí es cierto es que cayó en desuso a partir de su llegada al poder en 1982. “Se hace cada vez menos frecuente, sobre todo por parte del sector más cercano a Felipe González”, añade Culla, que apunta que uno de los pocos actos públicos en los que se podía ver a dirigentes del PSOE cantando el himno y con el puño el alto (otro símbolo parecido) era la fiesta minera anual de Rodiezmo.
También recuerda que, si bien seguía siendo habitual cantarlo al final de los congresos, siempre ha habido un sector que no alzaba el puño o que no cantaba la letra: “Pasa de ser un signo de identidad a una expresión interna de izquierdismo que algunos sectores creen que deteriora su imagen de moderación”. Por cierto, en 2014 Pedro Sánchez cantaba, pero no alzaba el puño, igual que Patxi López. A Susana Díaz no la enfocan las cámaras, que se centran en la ejecutiva.
En el caso de estas primarias recientes, Culla apunta que Sánchez se ha presentado como el candidato de las bases y el más izquierdista y combativo con el Partido Popular, “por lo que es lógico que en este contexto se cantase La Internacional”.
Por supuesto, la irrupción de Podemos en los últimos años también influye: “El PSOE estaba muy mal acostumbrado. Desde la crisis del PCE en los años 80 tenía prácticamente el monopolio de la izquierda en España”, del mismo modo que “el PP ocupa todo el espacio de la derecha”. Ahora “se enfrenta a dilemas que no existían hace unos años y que se refieren a cómo puede relacionarse con otra fuerza de izquierdas”. Por ejemplo, si se presenta como un partido moderado, corre el riesgo de que Podemos juegue el papel de “una izquierda de verdad frente a otra más diluida”.
Casi 150 años de historia
La letra de La Internacional es del escritor francés Eugène Pottier, que en 1871 formó parte de la Comuna de París, un movimiento revolucionario que fue brutalmente reprimido durante la Semana Sangrienta. Lo escribió tras estos hechos que le obligaron a huir de una sentencia de muerte, primero a Gran Bretaña y luego a Estados Unidos, como recogía The Guardian (que no es el periódico británico, sino el semanario del Partido Comunista de Australia).
En 1887 pudo regresar a Francia, donde murió poco después. Fue el músico belga (y también obrero) Pierre Degeyter quien compuso la melodía en 1888, a petición de un coro de trabajadores de Lille (Francia) llamado La Lyre des Travailleurs. Se interpretó por primera vez en julio de ese año. En el Congreso Internacional de Copenhague de 1910 se adoptó como himno de todos los trabajadores del mundo y entre 1918 y 1944 también fue el himno nacional de la Unión Soviética.
Hay traducciones en multitud de idiomas. No solo eso, en español tiene varias versiones: la usada hasta la Segunda República y que actualmente mantiene el Partido Comunista de España, la que cantan los países latinoamericanos y los socialistas españoles, y la de la confederación de sindicatos anarquistas CNT FAI. Hay variaciones en la letra: la comunista habla de los “parias de la Tierra”, por ejemplo, mientras que las otras dos versiones se refieren a “los pobres del mundo”, como se puede ver en la web del PSOE. Esta otra página recoge traducciones a 98 idiomas diferentes.
Como escribe Philip V. Bohlman en World Music, La Internacional “simbolizaba la lucha de los que no tenían voz" y precisamente les dio esta voz "a través de sus incontables traducciones y versiones”. El himno recogía una “visión socialista que quería unificar el mundo”. Muchos se conformarían con que unificara el PSOE.