No te creerías lo que puedes ahorrar reciclando tres botellas de vidrio

A veces, basta cambiar la línea del horizonte de asfalto por un mar o una montaña para ver las cosas de otra forma.

No sé tú, pero cuando necesito desconectar a veces solo lo consigo en la naturaleza. Hay razones por la que nos sienta tan bien, por ejemplo, un paseo entre los árboles: pueden reducir el estrés, calmar la ansiedad… Por eso, aunque solo fuera por puro egoísmo y por pensar en cómo aprovechamos estos momentos, parece mentira que en 2017 haya personas que aún no entiendan que cuidar de esta herencia es tarea de todos. ¡Eh, no cuesta tanto llevar el vidrio a reciclar! ¡¡Es el contenedor verde!! ¡¡Cómo los árboles!! ¡¡Y está por todas partes!!

En la era de la posverdad, el ecologismo no se libra de bulos. Esta misma semana hemos conocido que la mitad de los europeos cree que la actividad humana no es la principal responsable de las alteraciones del climático. En las últimas semanas, hemos repasado en Verne ecoverdades y ecomentiras relacionadas con el reciclaje. Y hemos aprendido bastantes cosas en el camino. Que todos somos responsables de este proceso y que es imprescindible para la conservación del medio ambiente es algo que todo el mundo debería tener bastante claro. Por desgracia, no siempre es así. Hablar de ello y compartir conocimiento ayuda al menos a combatir estas leyendas. Cuesta tanto como reciclar el vidrio: nada.

¿SABÍAS QUÉ?

1. Reciclando tres botellas de vidrio ahorras energía para ver 480 películas en una tableta

En serio, te sorprendería saber lo que puedes conseguir con apenas tres botellas de vidrio. Es tanto que parece cosa de superhéroes… o de Chuck Norris. Para que te hagas una idea de lo que eso significa, mira este gráfico.

Fuente: Ecovidrio

En 2016 reciclamos en España más de 750.000 toneladas de residuos de envases de vidrio llegadas al contenedor verde. Cada ciudadano recuperó 62 envases. Hay datos para convencer a cualquiera. El más llamativo, quizás, es que hay un material que puede tener vidas eternas: el vidrio se puede reciclar al 100%, así que de una botella sale otra exactamente igual, con las mismas propiedades de calidad, resistencia y seguridad alimentaria. Y así una y otra vez, si echamos un cable en la cadena de reciclado.

2. El reciclaje genera puestos de trabajo

No te preocupes, por separar el vidrio u otros materiales en tu casa no vas a dejar en el paro a nadie. Más bien al contrario.

Un dato: el reciclaje de vidrio genera en España 8.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos entre compañías de recogida, plantas de tratamiento y otras áreas. Lo cuentan la Universidad de Málaga, la Universidad Carlos III de Madrid y Par Tres y así lo explica la organización sin ánimo de lucro Ecovidrio.

La economía circular, aquella en la que los productos recorren un ciclo, generaba en noviembre de 2016 más de 42.000 puestos de trabajo en España. Solo quince meses después, ya eran 52.000 empleos, según cálculos de la Unión Europea. Sin dejar que te mareen las cifras, está claro que se está abriendo camino, ¿no?

Otra muestra de que reciclaje es economía se encuentra en la industria de la moda, como contábamos en este artículo. La marca española Ecoalf está especializada en prendas creadas con materiales reciclados. Garantiza productos de calidad y permite aprovechar los recursos. Fabrica, por ejemplo, chanclas con el caucho de neumáticos usados y transforma botellas de plástico en fibra de poliéster. Con ese material hacen chaquetas, cordones, correas…

Pulsa en la imagen para acceder al vídeo

3. Nuestro sistema de reciclaje no penaliza al ciudadano

No es cierto que en otros países "paguen al ciudadano por reciclar". Sí lo es que cuentan con otro sistema de reciclado o reutilización y que, como en todos, la colaboración ciudadana es clave.

Por ejemplo, en algunos países del norte de Europa existe el sistema de depósito, devolución y retorno. Algunas de las bebidas envasadas en vidrio, plástico o lata llevan en su precio de venta al público un sobrecargo de 8, 15 o 25 céntimos de euros. No son todas. Otras se reciclan a través del contenedor correspondiente así que hay que fijarse bien y dedicar más tiempo a separarlos de forma específica. Este depósito se puede recuperar si se devuelve la botella o lata vacía a una máquina que divide los materiales y que suele encontrarse en los supermercados. Eso sí, el envase tiene que estar en perfectas condiciones (si no la máquina lo rechazará) y hay que devolverlo en horario comercial.

Es un gesto similar al de acudir al contenedor verde, abierto 24 horas al día, pero con una diferencia con respecto al sistema español: si una de ellas se pierde por el camino o no llega nunca a devolverse, el ciudadano no recuperará ese dinero que ha adelantado de su bolsillo.

El contenedor verde español acoge todo tipo de envases de vidrio (siempre separando aquellos objetos que no lo contienen y que aparecen en esta infografía).

4. La basura nos come, pero hay solución

Hay un montón de actos que los ciudadanos a veces pensamos que son inofensivos, pero que tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Sin ir más lejos, mucho de lo que dejamos tirado en suelo firme termina en el mar.

También tiramos restos orgánicos en la naturaleza pensando que son biodegradables, sin hacer cálculos del perjuicio que causa a la flora y la fauna. Mira este gráfico y analiza lo que los productos tardarían en desaparecer si no los reciclas.

En España, por culpa de los desechos humanos, depredadores como lobos y osos pierden su independencia y dependen cada vez más de la basura, leíamos hace poco en Materia. Trastocamos hasta los ciclos migratorios de los animales, que prefieren quedarse en torno a los vertederos de ciudad que emprender su habitual viaje estacional, nos contaba un portavoz de WWF, Ramón Pérez de Ayala. Las cigüeñas ya ni saben dónde tienen que estar en San Blas.

Además de acostumbrarnos a reciclar, el compostaje es una buena solución. Consiste en tratar la materia orgánica para acelerar su descomposición y utilizarla como abono con el que fertilizar la tierra de forma natural y ecológica. Dejar una manzana mordida en el campo no forma parte del ciclo natural ni es beneficioso. Puedes consultar este manual de compostaje publicado por el Ministerio de Medio Ambiente.

5. Nada se mezcla, todo se recicla

Como decíamos al principio de esta carta, nuestro día a día está lleno de bulos. Hay uno que hace creer a la gente una barbaridad como que las manzanas dan listeria. Es mentira. Otros llegan a asegurar que no se puede utilizar la parte interior del papel de aluminio, porque contamina la comida. Es un invento.

Pues lo mismo pasa con el mito que asegura que, en España, da igual reciclar porque luego lo mezclan todo en el mismo camión. Este vídeo muestra el sistema de reciclaje del vidrio, que es un círculo perfecto.

Es verdad que, en el caso del vidrio, se dedica un camión en exclusiva para su recogida, así que es imposible mezclarse con algo que no haya metido el ciudadano. Respecto al resto de materiales reciclables. hay quienes aseguran haber sido testigos de cómo los servicios de recogida de basuras vaciaban todos los contenedores en un mismo sitio, sin importar el material. No es cierto, lo que pasa es que los camiones contienen en su interior cajas para diferenciar cada material.

Es verdad que, en el caso del vidrio, se dedica un camión en exclusiva para su recogida, así que es imposible mezclarse con algo que no haya metido el ciudadano. Respecto al resto de materiales reciclables. hay quienes aseguran haber sido testigos de cómo los servicios de recogida de basuras vaciaban todos los contenedores en un mismo sitio, sin importar el material. No es cierto, lo que pasa es que los camiones contienen en su interior cajas para diferenciar cada material.