Como medio mundo, Nahúm García ha escuchado Despacito decenas de veces en las últimas semanas. Y lo que queda, que todavía es julio. Pero esta vez estaba aburrido y le puso un poco más de atención de lo habitual. Entonces, su oído entrenado, porque Nahúm es músico y productor - le hizo escuchar algo en lo que no se había fijado antes. O, más bien, no escucharlo. Un parón casi minúsculo antes del “Des-pa-cito” del primer estribillo que le da “cierto rollo” a la canción. Al llegar a casa, lo comprobó en un software de producción, vio que tenía razón y le hizo gracia. “La verdad es que tardé 5 minutos, tampoco es una cosa muy seria”. Después lo subió a Twitter:
“Es un truco de producción muy extraño. Los productores musicales tienen muchos recursos para intentar hacer que las canciones funcionen, para romper la simetría”, nos explica Nahúm García por teléfono. El truco en cuestión, para los que no entendemos de música, consiste en que, tras el parón, la canción no entra cuando le corresponde - al comienzo del siguiente compás- si no en un momento aleatorio. “Es casi imperceptible. Muy sutil. Pero no es casual, está pensado. Y es muy efecto muy extraño que no he visto en otras canciones, incluso ahora que me han enviado otras en las que pasaba algo parecido”, dice el músico.
Él se dio cuenta porque ha trabajado, entre otras cosas, ha puesto música a los capítulos de Pocoyó. Para que no quede duda, también ha publicado en Twitter dos cortes de audio: el primero, con el parón, es como suena tras el primer estribillo, con el truco musical. El segundo, cómo sonaría si respetara el compás (pincha sobre las imágenes para escucharlo).
Ahí está el truco que, aunque original, tampoco es una varita mágica. Nahúm García reconoce que, aunque utilizó el término “magia” siguiendo el lenguaje de Twitter, es solo un ingrediente más para explicar el éxito de la canción. “Es solo un elemento más. Un hit como este no surge por casualidad. La gente que trabaja en música comercial le da muchas vueltas intentando que las canciones peguen. En este caso queda bien porque lo que dice la canción justo después pega mucho".
Lo mejor de la observación de este músico de 35 años, que suma más de 1.400 retuits, es el debate que ha despertado. Muchas de las respuestas eran de otros músicos comentando el efecto. “Se dieron cuenta de que solo pasa la primera vez que cantan el estribillo. El resto de veces entra normal”.
Despacito ha sonado tanto últimamente que ya es una de las pocas canciones que han superado los 2.000 millones de visitas en YouTube. Ahora que conocemos el truco, escúchala otra vez. Y a ver cómo te la quitas de la cabeza. “Yo no he podido. Intento escuchar otras cosas, pero nada”, dice García.