Un hombre se lanza de un décimo piso para suicidarse pero, durante la caída, un disparo que sale de la ventana del noveno lo mata. De no haber recibido el disparo, una red colocada por unas obras habría detenido la caída. ¿Suicidio u homicidio? Este es el inicio de la historia de Ronald Opus, un relato falso que lleva circulando en Internet desde mediados de los 90 y, como muchos bulos, regresa cíclicamente. Un post de la página de Facebook Para Ilustrarse, publicado el 23 de julio, ha superado los 35.000 compartidos en dos semanas [puedes leer el relato al completo en la parte inferior de la noticia].
En la historia, la muerte de Opus se complica para el médico forense que la investiga, porque el disparo se realiza por accidente en una pelea doméstica: "Era una vieja costumbre del viejo amenazar a su esposa con su escopeta descargada", cuenta el relato. El que cargó la escopeta fue el hijo del matrimonio, que carga el arma "con la esperanza de que su padre matara a su madre". Al relato todavía le queda un giro final: el hijo de la pareja era el propio Opus. "Se había asesinado a sí mismo, por lo tanto, el forense cerró el caso como suicidio".
El post de Para Ilustrarse ha superado los 8.000 comentarios, muchos de los cuales comentan lo increíble del relato o preguntan por su veracidad. Como diría Mariano Rajoy, "todo es falso, salvo alguna cosa". El forense de la historia, el Dr. Mills, existió realmente, y es el que la inventó.
Don Harper Mills, fallecido en 2013, fue presidente de la Academia Americana de Ciencias Forenses. Según contó en una entrevista que recoge Snopes, el portal dedicado a desmentir bulos, ideó la historia para un evento de la Academia: "La inventé en 1987 para presentar la reunión, por entretenimiento y para ilustrar cómo una pequeña alteración en los hechos puede cambiar en gran medida las consecuencias jurídicas".
Según Mills, en 1994 empezó a reproducirse por la red. "He tenido alrededor de 400 llamadas telefónicas sobre la historia, bibliotecarios, periodistas, estudiantes de derecho e incluso profesores de Derecho que quieren incorporarla en libros de texto".
El suicidio de Opus en la cultura popular
En los comentarios de la publicación de Para Ilustrarse, hay varios usuarios que piden que se haga una película del relato. Ya ha aparecido tanto en televisión como en la gran pantalla. Como también apuntan muchos lectores, la historia es el inicio de la película de 1999 Magnolia, donde se cuenta como si fuera un suceso real:
La película incluye hasta la parte en la que el Dr. Mills cuenta la historia en una reunión de la Academia Americana de Ciencias Forenses, aunque cambie las fechas y los nombres. En Magnolia, el suicida que se asesina a sí mismo se llama Sydney Barringer.
En la historia inventada por Don Harper Mills también se basa un capítulo de CSI: Miami, donde una víctima se lanza desde un hotel pero fallece antes del impacto por un disparo de escopeta, y en el videojuego de Playstation 2 Hitman 2: Blood Money. Al final de cada misión de este juego, aparece la portada de un periódico con noticias falsas, y una de ellas se inspira en el caso falso de Ronald Opus. Se titula "el suicidio es asesinato".
El suicidio de Ronald Opus
El 23 de marzo de 1994 el médico forense examinó el cuerpo de Ronald Opus y concluyó que murió de una herida de bala en la cabeza. El señor Opus había saltado desde lo alto de un edificio de diez pisos con la intención de suicidarse. Dejó una nota antes de lanzarse al vacío, en la que indicaba sus razones. Durante la caída y pasando el noveno piso su vida se vio interrumpida por un disparo de escopeta que paso a través de una ventana y lo mató instantáneamente.
Ni el que disparó, ni el suicida eran cocientes de que una red de seguridad había sido instalada en el piso ocho, con el fin de proteger a unos trabajadores de construcción y por lo tanto Ronald Opus no habría completado su suicidio, al menos de la forma que tenía pensado.
"Por lo general," continuó el Dr. Mills, "una persona que pretende suicidarse y tiene éxito, a pesar de que el mecanismo podría no ser lo que tenía pensado, todavía se define suicidio".
Que el señor Opus hubiera recibido un disparo camino a un suicidio que probablemente no tendría éxito hizo que el medico forense dictaminara un homicidio. La habitación del noveno piso desde donde se disparó la escopeta había sido ocupada por un hombre mayor y su esposa. Mientras mantenían una fuerte discusión, él la amenazó con la escopeta. El hombre estaba tan disgustado que cuando apretó el gatillo, un montón de perdigones de bala atravesaron la ventana y se alojaron en la cabeza del señor Opus.
Cuando uno tiene la intención de matar al sujeto A y accidentalmente mata a un sujeto B, uno es responsable por la muerte del sujeto B. Cuando el anciano fue acusado de homicidio, él y su esposa no titubearon. Ambos dijeron que pensaban que la escopeta estaba descargada, que era una vieja costumbre del viejo amenazar a su esposa con su escopeta descargada. No tenía la intención de matarla. Por lo tanto la muerte del señor Opus parecía ser un accidente, es decir, el arma había sido cargada accidentalmente.
La investigación posterior reveló, según versiones de un testigo, que el hijo de la pareja había sido visto cargando la escopeta unas semanas antes del fatal accidente. Supuestamente la anciana había quitado el apoyo financiero a su hijo y este, sabiendo de la propensión del viejo a apuntarle a su madre, cargó el arma con la esperanza de que su padre matara a su madre. El asesinato del señor Opus ahora era responsabilidad del hijo.
Y aquí viene el toque exquisito, investigaciones posteriores revelaron que el hijo era, de hecho, Ronald Opus. Se había deprimido tanto por el intento de asesinato de su madre que esto lo llevo a lanzarse del piso 10 el 23 de marzo, solo para ser asesinado por un disparo que atravesaba una ventana en el piso nueve. El hijo se había asesinado a sí mismo, por lo tanto el forense cerró el caso como suicidio.