Ese polvo amarillo que aparece a menudo en muchas esquinas de las calles es azufre. Se coloca con la intención de evitar que los perros orinen, en especial en edificios de viviendas y locales comerciales. Policía Nacional ha lanzado una advertencia clara este domingo desde su cuenta de Twitter: Esta medida no es efectiva, solo sirve para lanzar una sustancia tóxica a la calle y, además, está prohibido por ley en muchos municipios. El mensaje ha alcanzado los 2.000 retuits en sus dos primeras horas de publicación.
Este tipo de mensajes aparecen de forma recurrente en las redes sociales de Policía Nacional y también de Guardia Civil, que además invita a que los ciudadanos denuncien cada vez que vean azufre esparcido en la vía pública.
Uno de los Ayuntamientos que no lo permite es el de Madrid. "El azufre es una sustancia peligrosa que puede afectar a la salud cuando es inhalado, ingerido y/o por contacto con la piel", explica la prohibición, publicada en su página web. Los efectos de la exposición pueden incluir daños en la piel, conjuntivitis, falta de respiración y asma, entre otros efectos nocivos.
Además, se trata de un sólido altamente inflamable, pudiendo originar mezclas explosivas en contacto con el aire o con materiales oxidables. Debe evitarse su contacto con agua. Debe ser almacenado en frio, con ventilación adecuada, lejos de fuentes de ignición y de materiales oxidables.
El consistorio madrileño asegura que "no existe evidencia científica" del efecto de esta sustancia como repelente para los perros y define esta idea como una simple "creencia popular muy extendida".
Además de Madrid, los ayuntamientos de otras ciudades como Valencia, Oviedo y Barcelona incluyen el azufre como sustancia que ensucia la vía o espacios públicos y que va en detrimento de su higiene y aseo. Por eso queda prohibida en sus ordenanzas de limpieza. En lugares como Málaga, la multa puede alcanzar los 750 euros.