"No cariño, tú no eres español". Por el arranque del texto publicado el 3 de octubre por Laura Moreno, pudiera parecer que se trata de una publicación contra los españoles. Al contrario: en su post, que ha viralizado a través de Facebook y WhatsApp, esta joven cuenta qué es, para ella, pertenecer a este país. "No es llevar la bandera" ni "desear que le partan la cara a nadie", escribe, pero sí "arder cuando arde Doñana o temblar cuando tembló Lorca". Ha superado los 190.000 compartidos en Facebook menos de 24 horas.
La idea partió "a raíz de lo que está pasando en Cataluña", explica a Verne Moreno, graduada en bioquímica y pendiente de arrancar una nueva etapa profesional fuera de España. "Esa noche yo había estado debatiendo sobre el tema con un amigo. Somos de ideologías contrarias, y me di cuenta que, dijéramos lo que dijéramos, era imposible no pasar la opinión del otro por el filtro de la etiqueta política". Tras la conversación, leyó todo tipo de comentarios en redes "y me di cuenta que ser español se había convertido en un concepto que estaba totalmente politizado. Entonces, decidí humanizarlo un poco”.
Su texto comienza explicando que para ella sacar banderas o entonar himnos no es ser español. "El concepto de ser español es algo totalmente distinto, o al menos lo debería ser", escribe. Después, pasa a explicar qué es para ella sentirse de este país, alabando costumbres, lugares, personas momentos históricos de diferentes comunidades autónomas:
Para mí ser español es presumir de que en Andalucía tenemos playa, nieve y desierto; sentir casi mérito mío que un alicantino esté tan cerca de un Nobel, pedirle a un asturiano que me enseñe a escanciar la sidra y morirme de amor viendo las playas del País Vasco en Juego de Tronos.
También se enorgullece de la gastronomía española: la paella, la tarta de Santiago, las croquetas de tu abuela, la tortilla de patatas... Incluso hace mención al calimocho (aunque en Verne ya te contamos que lo popularizaran los vascos, pero no se inventó en España).
"Eso es ser español, lo otro es política", defiende Moreno en el texto, que cierra con una reflexión similar a la del arranque sobre lo que es y lo que no es ser español, pero centrada en el ámbito político:
Ser español no es desear que le partan la cara a nadie, es sufrir la situación de paro de tu vecino o el desahucio que has visto en la tele; ser español no es oprimir el SÍ o el NO de toda una comunidad autónoma, es indignarte cuando nos llaman gilipollas con cada nuevo caso de corrupción.
Moreno subraya que no quiere menospreciar símbolos como la bandera, "solo que para mí la españolidad no es algo que se materialice en un objeto. Creo que es un sentimiento mucho más complejo y plural y, por ello, que no se puede aunar en un solo símbolo". Aunque sí cree que su "mal uso" puede llevar a "un sentimiento forofista en el que muchas veces se pierde la capacidad crítica y se olvida la esencia de ese sentimiento".
Ella subraya que su "pasión por estas tierras" viene de sus viajes con su familia por España: "Además, durante mi época universitaria, también he tenido la posibilidad de conocer gente de todas partes y de impregnarme de esas cosas que se hacen o viven 'allí' y no 'aquí'”.
El post de Moreno ha superado las 22.000 respuestas en menos de 48 horas, la mayoría de ellos felicitando a la autora. "He leído el texto con lágrimas en los ojos, qué bien está explicado el concepto de ser español", escribe una comentarista. "Como catalan, molt bè, muy bien. Ojalá todos pensasemos igual.", cuenta otro.
Moreno cuenta que le han llegado "respuestas muy positivas y cariñosas desde ambas posiciones políticas", incluido "un profesor de español en Suecia pidiéndome permiso para enseñar el texto a sus alumnos, lo cual me ha emocionado especialmente".
No cariño, tú no eres español
Laura Moreno
No cariño, tú no eres español. Ser español no es llevar la bandera, ni gritar como un berraco frases de odio que espero que no sientas. Tampoco lo es ponerse una pulserita en la muñeca, ni cantar el cara al sol. El concepto de ser español es algo totalmente distinto, o al menos lo debería ser, porque a estas alturas de la historia yo ya no sé qué decirte.
Como española que soy, te voy a contar lo que para mí es ser español:
Ser español es arder cuando arde Doñana o temblar cuando tembló Lorca; es sentarte a escuchar historias de meigas en Galicia y llegar a creértelas; es ir a Valencia y no sentir rabia por leer un cartel en valenciano, sino que te agrade poder llegar a entenderlo y es presumir de que las Canarias nada tienen que envidiarle al Caribe.
Sentirse español es sufrir por no haber podido vivir la movida madrileña, enamorarte del mar al oír Mediterráneo de Serrat, es pedirle borracha a tu amiga catalana que te enseñe a bailar sardanas, querer ir a Albacete para comprobar si su feria es mejor que la de Málaga y sorprenderte al ver lo bonita que es Ceuta.
Para mí ser español es presumir de que en Andalucía tenemos playa, nieve y desierto; sentir casi mérito mío que un alicantino esté tan cerca de un Nobel, pedirle a un asturiano que me enseñe a escanciar la sidra y morirme de amor viendo las playas del País Vasco en Juego de Tronos.
También es española la cervecita de las 13.00, el orujo gallego, la siesta, el calimotxo, la paella, la tarta de Santiago, las croquetas de tu abuela y la tortilla de patatas. Lo son las ganas de mostrarle lo mejor de tu ciudad al que viene de fuera y que tú le preguntes por la suya; es hacerte amiga de un vasco y pedirle que te enseñe los números en euskera, por si pronto vuelves a por 2 ó 3 pintxos; es enorgullecerte de ser el país ejemplo a nivel mundial en trasplantes, de formar parte de la tierra de las mil culturas y de ser los del buen humor.
No hay nada más español que se te pongan los vellos de punta con una saeta o con una copla bien cantá, atardecer en las playas de Cádiz, descubrir casi sin querer calas paradisiacas en Mallorca, hacer el camino de Santiago en septiembre maldiciendo el frío o que Salamanca y Segovia te enseñen que no hay que ser grande para ser preciosa.
Así que, acho, picha, miarma, perla, tronco, tete, mi niño... eso es ser español, lo otro es política. Pero si de política quieres impregnar este concepto, también te vuelvo a decir que te equivocas: porque ser español no es desear que le partan la cara a nadie, es sufrir la situación de paro de tu vecino o el desahucio que has visto en la tele; ser español no es oprimir el SÍ o el NO de toda una comunidad autónoma, es indignarte cuando nos llaman gilipollas con cada nuevo caso de corrupción; ser un buen español es querer que en tu país no haya pobreza, ni incultura, ni enfermos atendidos en pasillos del hospital y, joder, querer quedarte aquí para trabajar y aportar todo lo que, durante tanto tiempo, precisamente aquí has aprendido.
Eso es ser español, o al menos, eso espero.