Los habitantes del municipio de Jojutla (Morelos) llevan un mes y medio sin poder caminar por el centro de su ciudad. Desde el sismo magnitud 7,1 registrado el pasado 19 de septiembre, las calles lucen desiertas y acordonadas. Solo las personas designadas por la autoridad municipal pueden adentrarse usando equipo de protección. Prácticamente todos los inmuebles están al borde del colapso y las calles lucen llenas de escombro.
El terremoto dejó 74 fallecidos y más de cien lesionados en el estado y la que fuera una de las ciudades económicamente más activas de Morelos, hoy luce semidesierta, con comercios cerrados y con unos cuantos brigadistas removiendo escombro y repartiendo algunos víveres. Una fotografía tomada el pasado 5 de noviembre muestra el estado de la devastación en el centro de Jojutla. La imagen fue compartida más de 5.000 veces en las primeras 24 horas de su publicación y tres días más tarde ya acumula más de 19.000 compartidos en Facebook.
Máximo Cerdio, fotógrafo del diario local La Unión de Morelos y autor de la imagen, dice a Verne que el proceso de recuperación ha sido mucho más lento de lo que se pensaba. “Después del sismo llegó mucha gente, ahora ya hay pocas personas, ya las puedes contar y ellos son los únicos que quedan levantando escombros”, dice vía telefónica.
Cerdio, junto con tres mujeres periodistas de la zona de Cuernavaca, Jojutla y Tlaquiltenango, han documentado en fotografías y textos los testimonios de los cientos de damnificados del terremoto. No han publicado en sus medios de comunicación ya que planean publicar un libro con las memorias de los municipios afectados a inicios de 2018. “Es un momento en que el tiempo se ha detenido, en que pensábamos que veríamos más orden pero donde estamos conociendo otra cara de la destrucción”, dice a Verne Yesenia Daniel, periodista del medio local El Regional del Sur.
De acuerdo con datos del Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR, por sus siglas en inglés), 6.500 metros cuadrados de calles estaban cubiertas de escombros hasta el 6 de octubre de 2017 (el dato más reciente disponible) y ya se habían retirado alrededor de 5.000 metros cuadrados de desechos de edificios derrumbados.
Para los periodistas de la zona, el avance en la reconstrucción es mucho más lento de lo que se imaginaban, sobre todo por la falta de coordinación entre las autoridades municipales, estatales y federales. “Las necesidades están cambiando: primero necesitábamos víveres, pero desde hace un mes necesitamos manos y camiones para sacar el escombro”, comenta Daniel.
Según el diario local El Sol de Cuernavaca, las autoridades estatales llevan un avance de 70% del total de demoliciones en estructuras dañadas, pero los restos de los edificios aún siguen regados en las calles. “Estamos siendo testigos de algo que no se había visto antes en Morelos, por eso tenemos que documentarlo”, dice Cerdio, quien el pasado 5 de noviembre recorrió el centro de Jojutla para continuar con su proyecto. “Sigue siendo imposible caminar sin riesgo”, comenta.
Datos del Gobierno del Estado de Morelos indican que el costo de la reconstrucción de los municipios afectados será de 5.700 millones de pesos (298.352 dólares), de los cuales 3.000 millones deberán ser aportados por la administración estatal. “El proceso es tardado, es muy lento, se ve que no hay organización de las autoridades”, comenta el fotógrafo Cerdio. “Nos han dicho también que esto tardará un año, y mientras tanto hay muchas personas que siguen sin rumbo, que perdieron todo”, dice la periodista Daniel.