Políticos, constructoras, proyectos, terrenos, ciudadanos y mamandurrias. Esos son los tipos de cartas que componen Ladrillazo, un juego de mesa que se inspira en la época en la que España presumía de estar en la Champions League de la economía mundial, como decía Zapatero. Los cimientos eran de barro, como recuerda con Ladrillazo su creador, Francisco Fernández, un gallego de 37 años que vive en Madrid. "Este es un juego para que reflexionemos sobre aquellos años", dice a Verne por teléfono.
"¿Conoces las cartas Magic en las que tienes una serie de hechizos y personajes? Pues yo quiero hacer lo mismo con concejales corruptos y constructores". El socio de Fernández, Alejandro Pérez, recuerda así el nacimiento de la idea en 2013. "Francisco me dijo eso y hasta que no lo hizo no paró", dice Pérez. Cuatro años después han terminado el desarrollo y, gracias a un crowfunding en la página web Verkami, ya tienen más de 1.100 pedidos, a 30 euros cada uno -hay paquetes más caros-. Han conseguido más de 35.000 euros.
Como destacaba Pérez, el funcionamiento recuerda al de las cartas Magic. Cada jugador tiene una serie de cartas con las que coordina una trama hecha para ganar dinero durante la burbuja inmobiliaria. "Bueno, dinero no, sobres", la moneda de cambio de Ladrillazo.
Tú eres el intermediario, "la persona que a través de amistades políticas, una red de contactos e influencia en empresas consigue la mayor cantidad de sobres. En definitiva, el mejor jugador de Ladrillazo sería el que mejor imitase a Francisco Correa", principal protagonista de la trama Gürtel. Gana el que más sobres tenga cuando se acaben.
Gibraltar, Francisco Camps, Suiza, la Línea 9 del Metro de Barcelona, Enrique Ortiz, Panamá, Jaume Matas o el Aeropuerto de Castellón son algunas de las cartas del juego.
"El mensaje que intentamos mandar con el juego es muy sencillo: mira, esto pasó. No es un juego de denuncia ni una acusación, sino una reflexión, una crónica de aquellos años. Como sociedad, tenemos tendencia a mirar a la burbuja inmobiliaria por la crisis, pero nosotros nos centramos en cómo funcionaba aquello", dice el creador de Ladrillazo.
Entre las 160 cartas, dibujadas por los ilustradores Rut Pedreño y Joaquín Aldeguer, también hay ciudadanos. "Fuimos los colaboradores necesarios, hipotecándonos sin parar. Formábamos parte de esa burbuja aunque hubiera señales de que algunas cosas no tenían sentido. ¿Cómo iba a haber tantas constructoras españolas entre las empresas más importantes del mundo?", se pregunta Fernández.
"Cada personaje tiene unos poderes particulares. Por ejemplo, Jaume Matas es capaz de construir instalaciones deportivas inmensas. Y no solo hay proyectos que fueron, también hay algunos que nunca llegaron a materializarse, como Eurovegas", dice Pérez, que recuerda con enfado los años en los que "ser mileurista era lo más bajo".
Fernández es ingeniero industrial y Pérez se dedica a los efectos especiales. "Podíamos haber hecho un artículo, un corto, un libro o una película, pero nos pareció que la mejor forma de recordar aquellos años era con un juego de mesa", añade Fernández. Pueden jugar hasta seis personas, las partidas duran entre una hora y 90 minutos y gana el mejor Correa.