"Hoy cumplo 8 años de la vida extra, esa que no saben cómo pero mantuve a pesar de todo el destrozo que le hice a mi cuerpo, yo y la farola número 91 de la Avenida Juan Carlos I en Vélez-Málaga". Esta es una de las frases del post que ha compartido el malagueño Sergio Hijano en sus redes sociales y que en el momento de publicarse esta noticia ya se había compartido más de 1.600 veces y rozaba los 500 comentarios en Facebook.
Sergio ahora es concejal de Ferias y Fiestas en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga. También es un gran aficionado al deporte, como demuestran sus redes sociales, pobladas de imágenes suyas practicando baloncesto en silla de ruedas o pedaleando en su bicicleta de manos. Sin embargo, hace ahora ocho años, como cuenta en su post, estuvo a punto de dejar a sus dos hijas huérfanas por coger la moto después de haber bebido.
"Si el ánimo me lo permite, suelo compartir alguna reflexión todos los años en el aniversario del accidente. Sin embargo, este año ha alcanzado más repercusión que nunca", explica a Verne en conversación telefónica. "Creo que la diferencia está en las frases del final", añade, refiriéndose a su llamada de atención para que todos tengamos cuidado en estas fiestas.
"Se acercan fechas muy señaladas y no me perdono nunca lo que les hice pasar a mi familia aquellas navidades, pasaron horas y horas en la puerta de la UCI en Nochebuena o Navidad sin saber con seguridad si yo viviría o no. Por eso te pido a ti, si a ti que me estás leyendo, que no conduzcas si has bebido, recuerda que siempre habrá alguien en casa esperando, y si no lo haces por ti, hazlo por ellos, no se merecen que tu irresponsabilidad la sufran tus seres queridos", se lee al final del post.
Desde su accidente, Sergio ha llevado a cabo una labor de concienciación muy activa. "Lo hago porque no quiero que a nadie le pase lo mismo que a mí", nos dice. Cuando da charlas en los colegios, se sorprende de que los alumnos apenas reciban formación sobre seguridad vial. "Si echamos un vistazo a las cifras de víctimas, nos daremos cuenta de que debemos mejorar la formación de los jóvenes".
A los alumnos que asisten a sus charlas, también les transmite otro mensaje: "A mí, el accidente me cambió la vida para bien. Es cierto que he atravesado momentos durísimos. Y que duele recordarlos. Pero he aprendido a valorar cosas en las que antes apenas reparaba: las palabras de ánimo, los abrazos, las caricias...", nos dice.
Por ejemplo, recuerda mucho el abrazo que le dieron sus dos hijas cuando le vieron por primera vez en silla de ruedas: "Yo estaba muy asustado, porque no sabía cómo podrían reaccionar. Pero me emocionó mucho que ellas siguieran viendo a su padre, no a una persona que había actuado de una manera irresponsable y que había estado a punto de causarles una gran desgracia".
La foto que acompaña la carta viral fue tomada en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, casi al principio de su ingreso: "Allí pasé 9 meses de mi vida, recibiendo una atención imprescindible para ser quien soy ahora, esta foto es recién llegado, con la mirada perdida sin saber lo que me esperaba, únicamente llegué con mi familia, mis dos camisetas del @malagacf y del Unicaja y fotos de mis hijas, esas que estuve tanto tiempo sin ver y que estuve a punto de dejar huérfanas por mi irresponsabilidad. Esa cama estuvo soportando mis lágrimas noche tras noche, no podré nunca explicar con palabras todo lo que sentía, ese miedo a lo desconocido, la incertidumbre, mucha tristeza, sentimiento de culpabilidad, etc etc, todo por coger la moto bajo los efectos del alcohol", se lee en el post.
La publicación en redes ha recibido muchos comentarios de apoyo y de agradecimiento. "Me han llegado mensaje de todas partes. Y no solo me han escrito víctimas de accidentes de tráfico, sino también personas que, en estas fechas, están echando especialmente de menos a sus seres queridos".
La buena acogida de su escrito ha llevado a Sergio a publicar otro post con unas palabras de agradecimiento, pero recordando con cifras el problema social de los accidentes de tráfico: "Gracias a tod@s por vuestros comentarios de apoyo, sinceramente no me esperaba la repercusión de mis palabras, todas salidas desde el corazón. (...) Este año, hasta el 18 de diciembre, han fallecido ya 1165 personas en carretera en vías interurbanas, más que el año pasado, lo que me hace tener que, cuando tengamos ya los datos a finales de este año sumando las vías urbanas e interurbanas, pasaremos por desgracia, y ojalá me equivoque, los fallecidos del pasado año, lo que nos debe hacer reflexionar y buscar una solución, porque algo estamos haciendo mal".
En la publicación que compartió hace dos años por el aniversario de su accidente, Sergio detallaba las consecuencias físicas de su imprudencia: "Hice lo que nunca se debe hacer, tomar alcohol y conducir. Contra una farola me dejé el 87% de mi movilidad, junto con la rotura de las dos tibias,los dos peronés, los dos fémur, la pelvis, cúbito, radio, mano y dedos del brazo izquierdo, perforación de pulmón, en la pierna derecha las fracturas abiertas, lesión medular y todo, a 68 km/h pero bebido".
Y, efectivamente, en la imagen que acompañaba a su post de 2015, Sergio aparece con Estopa. "Tuve la oportunidad de conocerlos en un concierto y les di las gracias porque su música es una de las cosas que más me ayudó en las largas noches que pasé sin dormir en el Hospital de Toledo, cuando todavía ni siquiera imaginaba cómo lograría salir adelante".