“O máis grande de Galiza está até a cona” (“Lo más grande de Galicia está hasta el coño”) reza la cartelería con la que el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha comenzado a empapelar las ciudades gallegas en vísperas de la celebración del Día Internacional de la Mujer que se celebra el próximo 8 de marzo.
¡Hasta el coño, señoras! De políticas y campañas hipócritas mientras "lo más grande de Galicia cobramos menos por el mismo trabajo o vemos cómo se denuncia una violación a la semana. Este 8M haremos historia, también desde Galicia, porque sobran los motivos.
Para entender el eslogan de la formación nacionalista hay que remontarse a finales de noviembre cuando para conmemorar el Día Internacional contra la Violencia de género la Xunta optó por una campaña institucional cuestionada por todos los grupos de la oposición en el Parlamento gallego y por colectivos feministas. Mostraba la imagen de varias mujeres agigantadas sobresaliendo por encima de los monumentos más emblemáticos de la comunidad (la catedral de Santiago, la torre de Hércules...) bajo la leyenda “O máis grande de Galicia non se maltrata” (“Lo más grande de Galicia no se maltrata”).
BNG, En Marea y PSdeG consideraron entonces, junto a otras instituciones gobernadas por la izquierda, que cosificaba a la mujer y evidenciaba, “una vez más”, un tratamiento “rancio” y “paternalista”, obviando las reivindicaciones de las mujeres y el significado real de la violencia machista. Pidieron que se retirase la iniciativa institucional alertando de que al comparar a las mujeres con monumentos a proteger, ni se abordaban las causas y no se aportaban tampoco posibles soluciones en el ámbito de la prevención o la educación en igualdad. Entendían que la campaña del gobierno autonómico evitaba “intencionadamente” abordar la verdadera raíz de la violencia machista presentando a las mujeres como “algo inmaterial”.
El PP, no obstante, no se inmutó. Lejos de ceder a la petición unánime, el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, y la secretaria general de Igualdad de su gobierno, Susana López Abella, instaron a la oposición a que rectificase la petición de retirada de la campaña acusando a los tres grupos de “retorcer” las cosas.
El BNG reconoce ahora la provocación de su lema para este 8 de marzo. “Estamos hartas de que cada 8 de marzo haya instituciones que intenten lavarse la cara con campañas rituales y de esos personajes del PP que sin duda se colocarán unos lazos lila en sus solapas ese día”. “A nosotras solo nos valen los hechos”. Presas puntualiza que el llamamiento de “M. Rajoy a que no nos metamos en eso” ha actuado como aliciente para meterse de lleno “tirando de la pura retranca gallega”.
“Estamos hasta el coño de cobrar menos por el mismo trabajo, de ver cómo somos maltratadas y asesinadas por la violencia machista; estamos hasta el coño de que la conciliación de la vida familiar y laboral sean una carrera de obstáculos que recae sobre nuestras espaldas y de que nos toque la peor parte por el simple hecho de ser mujeres”, sentenció la líder del BNG, Ana Pontón, en la presentación de la campaña que asume que “rompe con lo políticamente correcto” para hacer frente a aquellas otras, como la anterior de la Xunta, que animaba a la fortaleza de la mujer frente a las adversidades, “ese papel de sumisión que el PP quiere para las mujeres”.
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La directa campaña del BNG insta a la participación masiva en la huelga convocada para el 8 de marzo así como en la manifestación que se celebrará el día 4 en Vigo.
El PP ha contestado a la campaña del BNG en las redes sociales. La diputada autonómica popular Paula Prado acusa a los nacionalistas de haber errado el tiro . “El BNG quiso criticar una campaña de la Xunta por paternalista y machista y le ha salido una campaña excluyente y con tintes de transfobia”, sostiene en un tuit que ha fijado como principal en su cuenta de Twitter.
Le respondió, en la misma red, la viceportavoz del BNG, Olalla Rodil, recordando a Prado que "quien votó contra la ley de identidad de género propuesta por el movimiento LGTBI fue su propio partido".