En los últimos meses han circulado por Twitter varias imágenes de esculturas que parecen imposibles. Cuesta creer que estén hechas con mármol.
La red es mármol. He dicho que la red es mármol. He dicho que la maldita red está hecha de absoluto mármol. ¡¡¡Cómo no os está explotando vuestra maldita mente!!! ¡¡¡Es impresionante!!!
Todas las esculturas de los tuits anteriores se encuentran en el mismo lugar, la Capilla Sansevero de Nápoles (Italia). Las que dan la sensación de llevar un paño son las llamadas figuras veladas. "[Este lugar] Es la concentración de esculturas de este estilo más importante del mundo", indica a Verne por teléfono el subdirector del Museo Nacional de Escultura de España, Manuel Arias. Esta, en la que el mármol parece seda, es la obra más famosa de la capilla:
Cristo Velado (1753) es obra de Giuseppe Sanmartino
De esa misma época -Ilustración intelectual y Barroco artístico- son el resto de las esculturas veladas de esta capilla. El italiano Antonio Corradini fue el pionero y gran maestro de este tipo de figuras. Es autor de obras como La modestia (1752):
Otra de las esculturas que más llaman la atención de esta capilla es El desengaño del italiano Francesco Queirolo (1752). "No es una figura velada, pero tiene la misma dificultad. O quizá más", comenta Arias. Imagina cuánto costó esculpir esta red:
Así es el interior de Sansevero:
Los ejemplos de este estilo artístico en el mundo son escasos. Un siglo después de las esculturas que cobija Sansevero fueron elaboradas obras como estas, que también han llamado la atención en redes sociales.
Al ser preguntado por este tipo de obras en España, Arias menciona un ejemplo: Isabel II, con velo (1855), de Camillo Torreggiani. Se expone en el Museo del Prado:
Arias señala el mármol como el material más difícil de esculpir: "Solo los escultores más experimentados se atreven con el mármol". Cualquier cincelada en falso arruina la escultura. Ese es uno de los motivos por el que las esculturas más complejas en mármol causan tanta admiración.
Fue el material favorito de los escultores griegos y de los artistas del Imperio Romano. "Creaban figuras extremadamente perfectas", indica Arias. La fascinación por el mármol entró en declive durante la Edad Media, pero retornó cuando renació el amor por la cultura clásica en el Renacimiento. En la línea de las figuras veladas, Miguel Ángel realizó Piedad o Moisés. Ya en el siglo XVII, en el tiempo del Barroco, escultores como Gian Lorenzo Bernini tomaron el relevo.
"Hay detalles que parecen imposibles. Si te fijas en Apolo y Dafne (1622-25) de Bernini, más de un siglo antes de las figuras veladas, puedes ver cómo la mano de Apolo entra en la carne de Dafne . Los escultores capaces de hacer algo así son privilegiados", añade Arias.