Esta jienense puede leer su agenda telefónica gracias a los dibujos de su nieto

Encarna Alés tuvo que dejar el colegio para trabajar con ocho años

Encarna Alés posa con la página de su agenda dedicada a la Cruz Roja y su hospital de referencia

A Encarna Alés le gusta hablar por teléfono. Cuando esta vecina de Linares (Jaén) de 74 años quiere llamar a alguien, busca el número en su listín telefónico. La mayoría de nosotros encontramos el contacto por el nombre, pero ella no sabe leer. La solución a este problema es obra de su nieto Pedro Ortega: cada serie de nueve números va acompañada de un dibujo que Alés identifica con la persona a la que quiere llamar. Ortega ha compartido en Twitter algunas páginas del listín que ha dibujado para su abuela. Ha sido retuiteado más de 15.000 veces en un día. "Me sé todos los dibujos", dice Alés a Verne por teléfono.

A continuación puedes ver todas las páginas de la agenda de Encarna Alés

Ortega tiene 31 años y vive en Sevilla, donde trabaja como responsable de comunicación de Izquierda Unida Andalucía. "Siempre que puedo vuelvo a Linares, donde crecí", dice a Verne vía telefónica. Allí también dibujó la primera edición de la agenda con dibujos de su abuela, hace 20 años.

"Cuando yo tenía 11 años, mi padre le regaló un tarjetero para apuntar los números de teléfono. En vez de nombres, me entretuve dibujando algo que ella pudiese asociar con cada persona", recuerda Ortega. No sabe leer, pero sí entiende los números. Estos son algunos ejemplos, pero puedes ver todas las páginas del listín al final del artículo.

Cortesía de Pedro Ortega

Este verano, el nieto ha actualizado la agenda de su abuela. "Nunca cambia los dibujos", explica la abuela. "Es más, hubo una vez me cambió el dibujo de la modista. Normalmente era una tijera y un metro, pero añadió una señora. Le dije: Pedro, ¿esto qué es? No me cambies las cosas. Yo así me entiendo", añade.

¿Y cómo establecen qué dibujo asignar a cada persona? "Utilizamos cosas", explica su nieto, "que ella relaciona con cada persona. Por ejemplo, mi hermano tuvo un conejo de mascota hace años. Ya no hay conejo, pero él sigue siendo un conejo en la agenda. Yo soy el que mejor notas sacaba de sus diez nietos, así que soy un libro. Una de sus hijas es una maleta porque hace muchos años trabajó vendiéndolas", explica Ortega. Hay asociaciones más sencillas, como un televisor con el técnico especialista.

"Cuando mi sobrino se casó fui a Madrid. Me llevé la agenda para poder llamar a quien quisiera. A cada persona que le enseñé la agenda se descuajaringaba de risa", cuenta Alés. La agenda es especialmente importante para esta linarense desde que murió su marido, que sí sabía leer. "Lo único que sabe escribir es su nombre. Mi abuelo consiguió enseñarle para poder firmar con su nombre en la boda y no con el pulgar", dice el nieto.

Alés asegura que su familia ha intentado enseñarle a leer desde hace años, pero no ha conseguido avanzar. Tuvo que dejar el colegio cuando tenía ocho años, en 1952.  "Éramos ocho hermanos y nos colocamos antes de tiempo, trabajando para que me dieran algo de comer. Empecé en una panadería y luego, a limpiar en casa de unos señores", cuenta Alés.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (2011), en España hay 730.000 personas analfabetas. De todas ellas, el 67%, son mujeres. En las respuestas al tuit de Ortega, otras personas aseguran que también utilizan fórmulas parecidas para que sus familiares que no saben leer puedan usar el teléfono.

"No sabía que otras personas hacían cosas así hasta que publiqué el tuit", cuenta Ortega. En una de sus ediciones, innovó con fotografías en vez de dibujos, pero a su abuela no le gustó. Estas son las páginas de la agenda de Alés, con los contactos pictóricos de su nieto.