Mayka y Mario viven en Madrid, pero se conocieron en Vitoria. Mario, nacido en Guinea Ecuatorial, trabajaba en la ciudad de camarero. “Fue como un flechazo”, explica ella. Llevan casi 50 años juntos. Mar, nacida también en Guinea, y Sorin, de Rumanía, se conocieron por Facebook.
Son dos generaciones de parejas interraciales cuyas relaciones se han tenido que enfrentar a prejuicios y a estereotipos. Mario ya no es la única persona negra de su ciudad, pero sigue habiendo obstáculos. Quedan años por delante, dice Mar. Pero los cuatro coinciden en que merece la pena.